Las criptomonedas de bancos centrales

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Manuel Hinds / Foto Por Archivo

Por Manuel Hinds

2021-08-05 6:20:33

Las noticias sobre la creación de criptomonedas por bancos centrales, incluyendo la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco Popular de China y el Banco de Inglaterra, tienden a generar una natural confusión, ya que estas mismas instituciones, más el Fondo Monetario Internacional (FMI), se han pronunciado repetidamente contra el uso de las criptomonedas como monedas de curso legal, e incluso han emitido regulaciones muy estrictas para restringir el contacto entre las criptomonedas y el sistema bancario. La pregunta es, si los bancos centrales piensan tan mal de las criptomonedas, ¿por qué están pensando emitirlas? Algunos piensan que es una muestra de hipocresía o de un deseo de eliminar la propia competencia. No es nada de esto. El nombre criptomonedas, que en realidad no son monedas, incluye muchos diferentes tipos de activos financieros. Las criptomonedas que los bancos centrales piensan emitir son radicalmente diferentes al bitcoin y otras criptomonedas que existen en este momento.

Dado que los bitcoin son los más relevantes a la realidad salvadoreña, es conveniente establecer las diferencias comparando a estos con los que emitiría la Reserva Federal de Estados Unidos. Los dólares electrónicos serán como cualquier dólar, con la diferencia que podrán ser transmitidos por cualquier teléfono a cualquier persona sin pasar por ningún banco. Así, una tía en California podrá mandar directamente desde su teléfono dinero a su sobrino, que podrá usarlo inmediatamente, pagando por algo que compra o traspasándolo a alguien mas, sin pasar por un banco. Pasarán por las cuentas del banco central emisor (la Reserva Federal) nada más, en donde cada persona podrá tener una cuenta. Las transferencias serán instantáneas.

Hay cuatro diferencias fundamentales desde el punto de vista del usuario entre estos dólares y los bitcoins, que es la que le importa al usuario. Una, que el valor de los dólares emitidos electrónicamente por la Reserva Federal tendrá el mismo valor que cualquier otro dólar porque se emite de la misma manera que cualquier dólar. En cambio, los bitcoins son emitidos por un proceso especial y son transados en sus propios mercados. Por tanto, siempre hay una tasa de cambio entre el dólar y los bitcoins. Dada la volatilidad de esta tasa de cambio, los precios de las cosas son muy variables en términos de bitcoins, porque los precios de todo están establecidos en dólares. Una consecuencia de esta diferencia es que los precios de las cosas serán estables en términos de dólares, como lo son ahora, mientras que los precios en bitcoins variaran muy fuertemente medidos en dólares. Así, por ejemplo, un bitcoin valía $39,728 en la mañana de ayer, $38,033 (4% menos) a medio día y $39,753 (4.5% más) a las dos de la tarde. Las diferencias semana a semana pueden ser de 40% o más.

La segunda diferencia es que el sistema de los bancos centrales será mucho más rápido, más barato, y más fácil de usar que los bitcoins. Esto es un resultado de que los dólares electrónicos serán transmitidos inmediatamente por la Reserva Federal misma mientras que las transacciones de los bitcoins tienen que realizarse por medio de una competencia entre muchas personas, en la que el que gana ha tenido que resolver un problema matemático muy complicado en un proceso que retarda las transmisiones de tal forma que sólo pueden realizarse, en promedio, 4.6 transacciones por segundo en todo el mundo. Otros canales de transacciones electrónicas instantáneas, como la tarjeta Visa, puede realizar millones de transacciones por segundo (imagine toda la gente pagando restaurantes y otros gastos con Visa en todo el mundo en cada instante), y aumentar este número todo lo que se quiera, mientras que bitcoin no puede pasar de esas 4.6 por segundo. Igual podrá realizar la Reserva Federal y cualquier banco central desarrollado del mundo. Así, pues, las transacciones serán instantáneas en el dólar electrónico e infinitamente más rápidas que en bitcoin. También serán más sencillas y fáciles de entender y realizar porque no se tendrá que pasar de dólares a bitcoins y de regreso a dólares (a veces pasando por otra unidad) sino que en todo el camino serán dólares. Por la misma razón, será mucho más barato, porque no habrá que pagar comisiones a nadie.

La tercera diferencia es que, pasando por la Reserva Federal, ésta siempre sabrá quién manda y quién recibe el dinero en cada transacción, de modo que el sistema no podrá ser usado para lavar dinero, mientras que bitcoin es el medio más usado por criminales para lavarlo porque es totalmente secreto. Los participantes pueden ver cómo los bitcoins se mueven de una cartera a otra, pero no pueden saber quienes son los dueños de estas carteras.

La cuarta diferencia es que si usted pierde su password para su cuenta de bitcoin pierde todo su dinero en esa cuenta, irremisiblemente, como en el caso del empresario que se ahogó en Costa Rica sin decirle a nadie su password. Sus herederos no pueden recuperar el dinero, cientos de millones de dólares, que se perdió para siempre. En las monedas de banco central usted podrá recuperar su dinero si pierde su password.

Es necesario apuntar que los bancos centrales se oponen al uso del bitcoin por el sistema bancario por dos razones: una, que es meter a los bancos en un sistema que es usado para lavar dinero, y, dos, porque la inestabilidad del bitcoin puede fácilmente desestabilizar a cualquier banco y complicarle grandemente sus operaciones. Así la moneda electrónica de los bancos centrales será más estable, más segura, más simple y más barata que el bitcoin, que ni siquiera es moneda por lo volátil que es. Eso es una gran diferencia.

Máster en Economía

Northwestern University