El tirano Putin recurre a sus matones para reprimir el apoyo masivo a Navalny

Lord Acton advirtió que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, por lo que Putin no solo se siente dueño de las riquezas sino de las vidas de sus “súbditos”.

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Estudiantes de la Universidad Nacional marcharon ayer para denunciar lo sucedido el 9F y los signos autoritarios de Nayib Bukele. Foto EDH / Jonatan Funes

Por El Diario de Hoy

2021-02-09 7:10:48

El déspota ruso Putin ha desplegado a sus esbirros para silenciar a los manifestantes que protestan por la captura y condena del líder opositor Alexey Navalny a dos años y medio de trabajos forzados, los que equivalen a una condena a muerte dado que Navalny apenas se ha recuperado del envenenamiento con una sustancia que le colocaron en sus calzoncillos en un vuelo a Moscú.
Navalny fue rescatado del hospital donde lo custodiaban agentes de la KGB por una ambulancia que envió la canciller alemana Angela Merkel, hasta que pudo reponerse en Alemania en buena parte del trauma orgánico sufrido, pero al volver a Moscú fue apresado de inmediato.
Los matones al servicio de Putin han capturado a más de un millar de manifestantes, a los que encierran, amenazan, golpean y torturan, como ha comenzado a hacer en nuestro suelo el aspirante a dictador vitalicio.
Los testimonios de los apresados son de horror. Uno de ellos relata que un oficial de policía, gorila al servicio del déspota, lo amenazó a gritos diciéndole que podían apalearlo tan duro que iba a orinar sangre pero sin poder demostrar que eso fue causado por la tortura. El hombre, Peter Sokovykh, se encontraba en una pequeña habitación donde se encontraban seis policías.
Sokovykh relata que los policías querían forzarlo a declarar que “los americanos le habían pagado para participar en las manifestaciones”. Uno de los matones le dijo que podían meterlo por cinco años en una celda donde lo violarían “una y otra vez”. Los interrogatorios fueron interminables…
Por su parte, Alena Kitaeva, una persona muy ligada a Lyubob Sobol, relata que le colocaron una bolsa plástica sobre su cabeza, la forzaron a dar la clave de su teléfono y la interrogaban una y otra vez, tras lo cual fue encarcelada durante catorce días.
Coincidiendo con la captura y condena de Navalny, la Unión Europea envió a una comisionada de derechos humanos para indagar sobre la persecución a los disidentes, lo que provocó una respuesta de los voceros del régimen diciendo que si las preguntas y acusaciones “eran duras” también sus respuestas iban a ser igualmente “duras”.

Rusia solo saldrá de la pobreza milenaria con la democracia y economía libre

Lord Acton advirtió que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, por lo que Putin no solo se siente dueño de las riquezas sino de las vidas de sus “súbditos”.
Nadie, de acuerdo con la postura del régimen ruso, tiene que cuestionar la permanencia en el poder de Putin, un drácula envenenador, pues ese ha sido el recurso para deshacerse de críticos: silenciarlos para siempre, como fue el caso de tres rusos que se refugiaron en Londres y que se denunció que el régimen de Putin ordenó fueran envenenados con polonio.
De morir Navalny, Putin crearía un mártir, un símbolo que en lo sucesivo unificaría la resistencia y el desprecio hacia el dictador. Llevar una escarapela o un listón negro se convertiría en una forma pacífica pero muy dura de rechazo a un individuo que se reputa ser el hombre más acaudalado del mundo.
Los dictadores se creen indispensables, seres ungidos por la Divinidad para guiar y proteger a sus pueblos, como en su momento lo pensó Stalin, uno de los grandes genocidas de la historia.
Stalin empobreció a Rusia, que al día de hoy no logra escapar esa condición. Escapar de la pobreza solo se logra en una democracia…