Se anunció que el exhospital de Maternidad ha sido demolido para construir un anexo del hospital Rosales para atender a pacientes con padecimientos menores.
La noticia nos mueve a preguntar si el nuevo sanatorio será edificado siguiendo los usuales procedimientos para que dure hasta el próximo terremoto, o si, en cambio, será hecho en acero y en tal forma que lo tengamos por cien años o hasta que San Juan baje el dedo.
Sólo hay que recordar cómo quedaron de inhabitables, desmantelados, los edificios del Ministerio Público (Fiscalía y Procuraduría) en el Centro de Gobierno con el terremoto de 2001, tres años después de reconstruirlos de los destrozos causados por el sismo de octubre de 1986.
La pregunta la hacemos al Presidente de la Asamblea, Dr. Norman Quijano, que ya sufrió las consecuencias de estar alojados en un edificio hecho en ladrillo y hormigón armado y que se han visto forzados a desalojar por el riesgo de que se derrumbe con todos los padres de la Patria dentro.
La advertencia en estos momentos es muy válida, pues el circuito de fuego que recorre el Hemisferio se ha reactivado, amenazando con más erupciones volcánicas y movimientos telúricos desde Alaska hasta el sur de Chile.
El volcán de San Miguel ha entrado en actividad, el volcán de Fuego en Guatemala ha hecho erupciones, en Costa Rica hizo erupción el volcán Poás arrojando cenizas sulfúricas en todo el país… más y más los riesgos se incrementan en todo el mundo, pues inclusive el Stromboli en la isla que lleva su nombre, en Italia, amenaza a todo el sur de la península; hasta en Indonesia hay renovada actividad telúrica.
En nuestro suelo tenemos adicionalmente el (volcán) lago de Ilopango y el volcán de Santa Ana con sus dos cráteres, el Izalco y Coatepeque.
Fue tan fuerte la erupción del volcán de Ilopango que dejó un cráter sin fondo que a lo largo de los siglos se llenó de agua, ademas de cubrir con ceniza ardiente medio El Salvador, aniquilando toda vida.
El volcán de Ilopango tuvo una suerte como el de Santorini, en Grecia, que aniquiló gran parte de la vida en esa zona del Mediterráneo y destruyó la civilización de Creta, dejando una linda ensenada que hace el deleite de turistas provenientes de todo el mundo, pues además los pueblecitos de su escarpada geografía son deliciosamente pintorescos.
Nadie quiere que se siga actuando irresponsable y atolondradamente
Las preguntas que haremos al doctor Quijano son obligadas por la pésima experiencia que se tiene con las construcciones tradicionales, “que van de terremoto en terremoto”, por un claro motivo:
—con el ladrillo y concreto se pueden cometer muchas fallas, que en conjunto elevan los costos y perjudican la resistencia;
—hay más oportunidades de robar, falsificar cifras, emplear materiales de inferior calidad;
—es muy difícil supervisar obras de esa naturaleza, que requieren de vigilancia constante, lo que no se da con entidades estatales.
Con el acero la situación es muy diferente, pues a simple vista se comprueba que los perfiles usados son los del diseño. Además se puede nombrar una comisión legislativa que se ocupe de vigilar pasos esenciales, como estudios del subsuelo, lo que no se hizo para el Hospital Nacional de Maternidad, poniendo en riesgo a pacientes y personal.
Después del saqueo perpetrado por los rojos, a lo que se suma su pretensión de que el país siga sosteniendo a sus cuadros y activistas, “cada centavo cuenta”, hay que racionalizar el gasto, buscar las mejores opciones, evitar en lo posible errores, desgastes, sinvergüenzadas.
En esto más y más personas están conscientes, no quieren que se siga actuando atolondradamente como hasta hace muy poco.