—¡Doctora, póngame la vacuna! —Ya no tendrá efecto, joven... Y el paciente murió...

El mejor homenaje que pueden ustedes hacer a su ser querido, le dice doctora Brytney Cobia a su gente, es vacunarse y además ocuparse de que las personas en su entorno se vacunen, que se protejan, que cumplan con los lineamientos que dan las autoridades sobre la pandemia.

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La Defensoría del Consumidor iniciará una inspección para verificar que los comerciantes no suban el precio de sus productos debido al aumento salarial. Foto EDH/ Menly Cortez

Por El Diario de Hoy

2021-08-01 5:56:48

¡Por favor, vacúneme!”, le dicen muchos pacientes jóvenes a la doctora Brytney Cobia que los va a entubar, pero ella les responde que es demasiado tarde... y con mucho dolor ve morir a la mayoría de ellos, informa El Heraldo de Honduras sobre el testimonio de la doctora del Grandview Medical Center, en Birmingham, Alabama, que tiene el dolor de informar a sus deudos sobre la muerte de los jóvenes.
El mejor homenaje que pueden ustedes hacer a su ser querido, les dice, es vacunarse y además ocuparse de que las personas en su entorno se vacunen, que se protejan, que cumplan con los lineamientos que dan las autoridades sobre la pandemia.
Hay gente en nuestro mundo, millones de incautos, que creen que la Tierra es plana, al grado que se reúnen para proclamar su “verdad”. Y así como ellos, asombra la cantidad de gente que dice que “no creo en el covid”, que las vacunas son para reducir un tercio de la población mundial, que todo es un invento político de quienes piensan tomar control del planeta para formar un “nuevo orden”.
La internet, que muchos supondrían ser el vehículo para informar, educar sobre los grandes temas y amenazas que hay sobre todos los pueblos, se ha convertido en el medio que propaga teorías conspirativas y es el rechazo a las vacunas lo más difundido en estos momentos.
Contra las vacunas despotrican religiosos, políticos, resentidos sociales, locuaces imbéciles, cada uno de ellos creyendo que está enarbolando el estandarte de la verdad, que sus estupideces van a ser la salvación de todos.
“Es que yo no creo en el covid, o no creo en las vacunas... además, vacunarse debe ser un acto voluntario, no una obligación”... son frases que muchísimos de nosotros escuchamos o leemos en las redes sociales, conversaciones, correos, lo que es una mortal trampa, pues los que rechazan las vacunas pueden morir, como ha sucedido a tantos.
Por lo mismo, diremos a nuestros lectores: hagan un esfuerzo por vacunarse y procurar que las personas en su entorno lo hagan también.
En unas muy recientes declaraciones tocando el tema de las vacunas, el presidente francés Macron dijo que “el derecho de una persona termina donde comienza el derecho de otra, el de los demás”.
Por tanto, no vacunarse pone en riesgo a muchos otros, pues impide que se logre la inmunidad de rebaño, además de que el no vacunado es un peligro para quienes le rodean, las personas con quienes comparte oficinas, que están a su lado en un supermercado...

¿No creen en el covid? Probablemente es una ofensiva viriológica contra el mundo

El no vacunado podrá vanagloriarse de saber más que el resto, pero puede estrellarse contra la amarga realidad en cualquier momento, como los jóvenes de Alabama que murieron por irresponsables, por no cumplir con las directrices de las autoridades de salud que nos recomiendan vacunarnos...
¿Cuál es la mejor vacuna? La respuesta es muy simple: la mejor vacuna es la que está disponible en los lugares donde se vive y se trabaja; si la persona puede escoger, entonces que lea y estudie las ventajas y desventajas de cada medicamento, que se deje aconsejar por profesionales, no por el amigo o el vecino.
¡Yo no creo en el covid!... Oigan a esos inteligentes... nosotros sabemos de personas que tuvieron el covid, sobrevivieron y tan pronto como les fue posible se vacunaron, pues en todo caso es mejor ponerse una vacuna a enterarse, pocas horas antes de dejar este valle de lágrimas, que el covid no es un invento para “reducir a un tercio la población mundial” sino que mata, que es con probabilidad una horrenda arma en la guerra viriológica contra el mundo.