Una onza de prevención vale más que muchas libras de cuidados

Desde la antigüedad se nos dice “mens sana in corpore sano”, mente sana en cuerpo sano, lo que vale en ambas direcciones: un cuerpo sano contribuye a tener una mente limpia, honesta, propositiva, como asimismo una mente sana es esencial para el bienestar corpóreo.

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Por El Diario de Hoy

2019-10-27 9:51:44

“Una onza de prevención vale una libra de cura…”
Octubre es el mes dedicado a crear conciencia entre las mujeres de la necesidad de cuidar sus cuerpos, hacerse revisiones médicas periódicas, aprender a detectar señales de incipientes problemas, vigilar su peso…
Siendo el mes de la salud, también deben las familias estar alertas sobre lo que toca a sus miembros, desde incipientes problemas de alcoholismo o consumo de drogas, hasta lo referente a la higiene y limpieza en el hogar, pues el desorden afecta la calidad de vida e inclusive perjudica a vecinos y al mismo vecindario.
Pero octubre no debe ser el único mes en que las mujeres deben hacer sus exámenes contra el cáncer, sino todo el año, al igual que los hombres deben checarse su corazón, sus riñones, su próstata, sus niveles de azúcar.
La prevención va principalmente con los niños, quienes deben protegerse de las enfermedades respiratorias y gastrointestinales, lavarse las manos, disfrutar el hábito del baño diario, comer alimentos sanos y hacer mucho deporte.
Hace muchos años en escuelas y colegios se impartían las materias de higiene, moral y cívica, hasta que un par de perversos italianos anularon todas esas valiosas enseñanzas para agruparlas en “sociales”.
Lo anterior explica el desparpajo que afecta a muchos salvadoreños y a nuestra sociedad, de que la mayoría de gente en esta tierra cree que “moral” es lo que les beneficia o gusta, “inmoral” lo que les afecta, generando cayendo en un envilecedor relativismo.
Una persona debe estar pendiente de su salud, pero asimismo observar señales de problemas en sus compañeros de trabajo, en amigos, en vecinos. A esto se agrega la necesidad que todo cuerpo tiene de hacer ejercicio, de mantener buen peso, de comer sano, de levantarse siempre de la mesa con algo de hambre, de no hartarse hasta reventar.
Un buen amigo, dentista, tuvo problemas en su espalda que le obligaron a pasar un par de semanas en tratamiento, pero todo era causado por su enorme barriga.
Nadie puede estar bien y esperar vivir largos años si todo el tiempo, las veinticuatro horas de cada día, tiene que arrastrar el equivalente de dos o más de las mochilas que carga un legionario en combate.

Los principios morales y la decencia son lo esencial de la civilización

Desde la antigüedad se nos dice “mens sana in corpore sano”, mente sana en cuerpo sano, lo que vale en ambas direcciones: un cuerpo sano contribuye a tener una mente limpia, honesta, propositiva, como asimismo una mente sana es esencial para el bienestar corpóreo. No encaja en esto, sin embargo, que pueda haber personas sanas de cuerpo y alma en entornos viciados, violentos, depravados, por lo que se deben hacer los esfuerzos para que el ambiente de comunidades y vecindarios sea asimismo constructivo y protector en lo posible de sus miembros.
Ese era el objetivo del programa EDUCO, un programa que recibió premios internacionales, hasta que los efemelenistas lo suprimieron de tajo al solo llegar a su malhadada presidencia para seguir manipulando al magisterio.
La decencia, los principios morales, el buen trato entre las personas son lo esencial de pueblos civilizados y del progreso.