Si los cárteles de la droga son terroristas, ¿cuál es el calificativo de los productores?

Los cárteles de México han sido calificados como terroristas al manejar droga que, luego y por mil distintas rutas, introducen en Estados Unidos. Pero, ¿quiénes suministran la droga que está causando estragos no solo en Estados Unidos, sino en la región centroamericana al igual que en el resto del Hemisferio y del mundo? ¿Y los que hacen tratos con ellos?

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El 3 de octubre pasado, las personas podían todavía transitar por la zona a unos cuanto metros del muro alrededor de la Biblioteca Nacional. Foto EDH/ Yessica Hompanera

Por El Diario de Hoy

2021-10-06 8:34:12

Estados Unidos califica como terroristas a los carteles que operan en diversas regiones de México como el infamemente famoso de Sinaloa, una política que entre otras cosas condujo a la captura y confinamiento de por vida al “Chapo” Guzmán, un criminal que amasó varios billones de dólares sobre el sufrimiento de seres humanos y comunidades.
En ciudades de todo el mundo pueden verse individuos tirados en el suelo, otros que deambulan hablando solos, seres harapientos a causa de alcohol y drogas, lo que los lleva a perpetrar asaltos para hacerse de dinero y mantener el vicio hasta rehabilitarse o morir.

Los carteles de México han sido calificados como terroristas al manejar droga que, luego y por mil distintas rutas, introducen en Estados Unidos, droga que se elabora de los sembrados de coca de donde se extrae la cocaína.

Pero, ¿quiénes suministran la droga que está causando estragos no solo en Estados Unidos, sino en la región centroamericana al igual que en el resto del Hemisferio y del mundo? ¿Y los que hacen tratos con ellos?

Mucha de esa droga se produce en México, pero la mayor parte llega de las FARC, grupo criminal cuyos cabecillas están en Venezuela, como otro importantísimo centro de producción es Bolivia mientras uno de menor calibre está localizado en Perú.

Los enormes capitales que se amasan con el tráfico de cocaína en el mundo deben “blanquearse”, el proceso de lavado que hace pocos años alcanzó la gigantesca cifra de ochocientos mil millones de dólares, lo que afecta el crédito y el manejo de capitales en todo el mundo.

Para controlar en alguna medida el lavado de capitales los bancos y viajeros deben justificar cualquier suma por encima de nueve mil novecientos noventa y nueve dólares que se maneja, los simbólicos diez mil dólares, un techo que Biden, según dicen muchos estadounidenses alarmados, pretende que sea de seiscientos dólares, lo que ahogaría en papeleos la economía de Estados Unidos, muy aporreada ya por los programas de reparto de dinero ajeno.

Los negocios Alba en El Salvador —petróleo, alimentos, gasolineras, una aerolínea — han estado bajo investigación de la Fiscalía por supuesto lavado, de la misma manera que se advirtió que la imposición del bitcoin se presta para operaciones de blanqueo de dinero y quedan hartas dudas sobre los tratos con el “grupo” de Sinaloa para traer toneladas de granos a precios superiores a los internos y de lo cual el régimen se ha resistido a dar cuentas.

No fue con “sanciones diplomáticas” como eliminaron al infernal Bin Laden

El presidente Biden y a raíz del abandono de decenas de miles en Afganistán, declaro que Estados Unidos abandonan el uso de fuerza en el exterior para poner el énfasis en una fuerte postura diplomática.

Mejores noticias para la narcodictadura venezolana, para los traficantes bolivianos, para los productores de Opio en Afganistán, para los jihadistas del Oriente Medio al igual que las bandas que operan en África como el Boko Haram, no puede haber, pues las ‘sanciones diplomáticas’ no les hacen mella, como lo demuestra el caso de Nicaragua y el encarcelamiento, persecución y asesinato de opositores que lleva a cabo Ortega y la cruel represión del régimen cubano contra sus propios connacionales.

Para extirpar la alimaña de Osama Bin Laden no se recurrió a “sanciones diplomáticas” sino a comandos de la marina...