Tenemos que saber corresponder a Europa por su cooperación

Acercarse a Europa, viajar por naciones de las que no solo recibimos cooperación, sino que además son la cuna de la Civilización Occidental, de lo que sustenta las libertades individuales, no parece ocupar una prioridad en el actual gobierno.

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Foto: EDH/David Martínez.

Por El Diario de Hoy

2020-01-07 7:22:16

Se cuenta de un hombre que pide ayuda a su supuesto amigo, pero éste vacila, por lo que el primero le expone los favores que le hizo en el pasado:
¿Quién te ayudó cuando tu hija pequeña tenía que ser operada? ¿Quién te ayudó cuando el techo de tu casa se vino abajo?
¿Quién te ayudó a pagar las multas por las que pudieron apresarte? Si, es cierto, ¿pero qué favores me has hecho últimamente?
En eso nos encontramos como país respecto a la cooperación europea, que brinda asistencia en muchísimos programas, desde construir escuelas, equipar clínicas, becar a miles de estudiantes para que prosigan sus estudios en naciones como Alemania, el Reino Unido, Francia…
Y no paramos de contar.
Pero acercarse a Europa, viajar por naciones de las que no solo recibimos cooperación, sino que además son la cuna de la Civilización Occidental, de lo que sustenta las libertades individuales, los derechos esenciales de la persona, el mismo orden democrático, no parece ocupar una prioridad en el actual gobierno.
Por el contrario, se ha rendido pleitesía a países que son dictaduras y que además sustentan un esquema contrario a nuestras tradiciones, a nuestras libertades, a lo que llevó a nuestros Próceres a proclamar la Independencia de Centro América, abolir la esclavitud medio siglo antes de Lincoln y defendernos “de arteros golpes contra la República”.
No son viejos favores, sino una permanente presencia cultural, económica, física la que en mayor o menor medida tienen las naciones europeas en nuestra vida nacional y centroamericana.
Los proyectos son múltiples, entre ellos programas para prevenir la violencia y relacionados con niños, jóvenes, ancianos y mujeres. En el último quinquenio 2014-2019, la Unión Europea destinó $166 millones en apoyo presupuestario al país, en programas sociales y de crecimiento de pequeñas empresas, se informó oficialmente.

De Europa heredamos ciencia, conocimiento, arte y tradición de siglos

Somos muchos los salvadoreños que en lo personal nos hemos beneficiado de aprendizajes, cursos, educación universitaria, trabajos, matrimonios y largas estadías en el llamado Viejo Continente.
A ello se agrega con frecuencia el tesoro de aprender nuevas lenguas, no solo para entenderse en la vida diaria o hacer negocios, sino poder leer a sus grandes poetas y escritores, a los contemporáneos como los clásicos, leer al poeta italiano Quasimodo pero asimismo a Torcuato Tasso de la Jerusalem liberada.
Es esplendoroso cómo cada gran poeta alemán tiene su particular forma de describir un amanecer, la belleza de un bosque cuando apunta el sol, el casi infinito despliegue de minúsculas estrellas en el rocío matinal.
O la plegaria de San Francisco a la naturaleza, al Hermano Sol…
Alemán, francés, inglés e italiano presentan desafíos al que quiera dominarlos, pues inclusive la mayoría de pobladores no los habla sin tacha, a lo que se agrega que cada región tiene sus dialectos, que son casi incomprensibles para los naturales de otras regiones en un mismo país.
No hay país europeo que tolere la esclavitud, a diferencia de lo que ocurre en muchos reinos del Medio Oriente, o en Libia, donde operan mercados de esclavos.