No más tatuajes es la orden que el régimen chino ha impuesto a sus jugadores de fútbol, lo que incluye borrar los que ya se tengan. La prohibición se hace extensiva a actores y personajes que aparezcan en eventos públicos o televisión.
De esa manera el régimen chino alega que pretende mostrar “plenamente el espíritu positivo de los futbolistas chinos y dar un buen ejemplo para la sociedad... fortalecer la educación patriótica, potenciar el sentido de misión, responsabilidad y honor...”, “etcétera, etcétera”...
Ya antes los chinos llevaron a cabo campañas contra los tatuajes. En 2018, se ordenó a la televisión china “no presentar actores con tatuajes” en una campaña contra “la cultura hip hop, la subcultura y la cultura inmoral”.
En China, de la misma forma que en Norcorea, se pueden prohibir tatuajes por la naturaleza de ambos regímenes, pero es impensable que tal cosa suceda en el resto del mundo, incluso en Cuba o Rusia.
La medida va contra la libertad individual y muestra la intervención de los regímenes totalitarios hasta ese extremo y más.
Ya en los años 60, durante la nefasta “Revolución Cultural”, los chinos prácticamente fueron obligados a vestir a la usanza de Mao, con una especie de túnica abotonada hasta el cuello y colores grises, pues si usaban vestimenta occidental corrían peligro de ser considerados “burgueses” y “contrarrevolucionarios”.
Lo natural es que una moda o tendencia cobre auge o muera por sus efectos, no por decreto. Costumbres que hoy en día son muy “cool” no necesariamente lo serán mañana, como la moda de andar con agujeros en la ropa y ruedos descosidos también, ya que la gente, en especial los jóvenes, forzosamente tendrán que adaptarse a innovadores estilos, frescas tendencias de la moda. Así sucedió con los pantalones “pata de elefante” de los 70, reemplazados por los “punta de yuca” en los 80.
Significativamente en diciembre de este año se celebró el setenta aniversario de fundación de la empresa Dior por un visionario que fue pintor, arquitecto y consumado artista, que revolucionó la moda introduciendo sutiles cambios cada cierto numero de años, equivalentes a captar el espíritu de cada etapa en la historia reciente, lo que contrasta con los largos lapsos en que las formas de vestir en el mundo occidental cambiaban, sea por imposición de monarcas o por necesidades de la vida diaria.
Cada generación deja un legado de tradiciones y costumbres
Durante el siglo XVIII nadie en Europa portaba barbas, las que comenzaron a popularizarse a mediados del siglo XIX para desaparecer hasta que Fidel Castro y su banda de forajidos las reintrodujeron, aunque pasaron varios años antes de ser plena moda.
Los Beatles, el conjunto musical de tanto salero que cambió tendencias, dio nuevo sentido al pelo largo en los hombres, lo que ha cambiado aunque queden irreductibles.
La naturaleza del hombre es evolucionar, buscar y ensayar nuevas formas de vida aunque se mantenga lo que de grande, perdurable y noble nos legaron nuestros antepasados, se trate del pensamiento y el arte de los griegos, de la jurisprudencia y el civismo de los romanos, el arte del barroco y la música de los grandes compositores vieneses e italianos.