Prohíbe el envenenador Putin a todos los rusos oponerse a su cruel dictadura

Simple y llanamente considera que Rusia es Putin y que Putin es Rusia, como Maduro sostiene lo mismo, los cubanos, Kim de Norcorea que está ad portas de una hambruna de horror, el final del camino de todo socialismo.

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Sandra Elizabeth Cañénguez Ramírez, de 48 años, es dueña desde hace 15 años de la funeraria Monte Tabor ubicada en la 17 avenida norte entre la primera y 3a Calle Poniente, San Salvador. Foto EDH / Francisco Rubio

Por El Diario de Hoy

2021-04-28 8:44:46

No pensar por su cuenta y aceptarlo sumisamente como el nuevo zar de toda Rusia ha ordenado Putin a sus súbditos, un mandato que se repite en todas las dictaduras del “mundo mundial” como dice el bachiller.

El déspota, el envenenador, ya anunció urbi et orbi que hay “rayas rojas” que no pueden cruzarse, pues puede haber “serias consecuencias”, actos de represalia que puede tomar “Rusia” contra esos enemigos, pues simple y llanamente considera que Rusia es Putin y que Putin es Rusia, como Maduro sostiene lo mismo, los cubanos, Kim de Norcorea que está ad portas de una hambruna de horror, el final del camino de todo socialismo.

Ya les llegará su turno a los bolivianos que votaron por “el socialismo”, a aquellos que creen que la doctrina equivale a almuerzos gratis para todos.

Aristófanes el griego escribió una comedia donde una mujer promueve lo mismo, el comunismo, y enarbola una bandera roja -- sí, lo leyeron bien, roja--, a lo que otro interlocutor pregunta ¿quiénes entonces van a trabajar?

La respuesta lo dice todo: “los esclavos”.

Bajo el socialismo “todos somos iguales” pero, como dice Orwell en “La Granja de animales” hay unos más iguales que el resto; recientemente se han pasado videos de la gran vida que se da el hijo de Maduro y sus secuaces, un boato de lujos como el que se receta Evo emplumado, sostenido en el poder con el voto de los descerebrados bolivianos.

En el siglo XIX el gran pensador francés Ernesto Renan dijo que lo único que le hacía comprender la idea del infinito, de espacios siderales sin límites, era la imbecilidad humana.

Vamos a ser mas piadosos y hablaremos de una tonticidad tan vasta como los océanos...

Tonticidad de la que se aprovechan muchos y citaremos un caso muy especial: cómo el señor Fiscal está procediendo con todo rigor contra los robos y desmanes de Mauricio Funes.

El Fiscal muy convenientemente ignora la gran corrupción imperante

El Fiscal ha detallado el saqueo relacionado con el Gran Hoyo del Chaparral --apalea ese burro muerto con frecuencia--, a lo que se agrega cómo los exfuncionarios del Banco Hipotecario lavaron dinero para Funes, a quien entregaron, según las cuentas, casi cien millones de dólares en las bolsas negras donde envuelven cadáveres.

Pero lo de las compras de granos, barcos enteros, a mercaderes de Sinaloa y a similares fichas de Brasil... muy calladito, no vaya a ser que el aspirante a Sultán vitalicio le tire de las orejas.

Lo de Anliker, sus viciadas compras, es uno de muchos casos de corrupción que involucra a la mayoría de personas alrededor del régimen, como negar la entrega a las municipalidades del FODES “a menos” que se apruebe OTRO préstamo, que de seguro va a reasignarse y así ad infinitum.

Lo más siniestro es la intención de robar los fondos de pensiones, lo que queda de lo que no robaron cuando un siniestro y porcino individuo se las cargó en tiempos de Funes y el Profe, intención que descaradamente se manifiesta al prohibir que los cotizantes puedan retirar parte de sus ahorros.

Quieren robarse todo lo que resta de las pensiones, aunque eso condene a la total miseria a los trabajadores de este país cuando no puedan seguir trabajando o sufran de alguna grave incapacidad y aunque atolondradamente votaran por “nuevas ideas”, cavando sus propios sepulcros...