¡Sí existe Santa Claus! Es el espíritu de la bondad y la solidaridad

¿Qué va a traernos Santa para esta Navidad? Hay que pedirle que seamos felices, que nos dé fuerza para sobrellevar las adversidades; que no nos haga caer en las tentaciones del demonio, que perdonemos a los que nos ofenden y que nos mantenga unidos con nuestras familias y con nuestros amigos.

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Foto Por EDH-AFP

Por El Diario de Hoy

2019-12-12 7:49:34

Dentro de poco, como lo saben todos los niños, se celebrará la fiesta de Navidad, la más tierna fecha del calendario cristiano. Belenes, villancicos, árboles decorados, juguetes, recogimiento familiar, luces multicolores, tiendas bulliciosas y muchos “Santas” nos traen el mensaje: hace dos mil años vino al mundo Nuestro Salvador, que con sus enseñanzas y su sacrificio hizo que el hombre cobrara conciencia de ser persona, que reconociera el milagro de la existencia y se ocupara de su alma con tanto afán como lo hace de su cuerpo.
Ciertamente, para millones y millones de personas, la Navidad es un lindo espectáculo que sólo toca sus vidas con el buen ejemplo y la alegría que contagia. Así ocurrió en todos los siglos que median entre nosotros y María. Lo podemos ver en las representaciones de los pintores góticos de hace seis siglos, en la tradición popular, en múltiples relatos. La Navidad fue ilusión en las aldeas del Medioevo, que una vez al año se iluminaban con los festejos religiosos y las ceremonias que tenían lugar en la iglesia parroquial.
Queremos decir que nos consta, desde hace tiempo, que Santa Claus existe, pues conocimos su templo a orillas del mar, en Bari, el talón de la bota de Italia.
Es hermosa la ciudad de Bari y espectacular la gran catedral levantada sobre rocas que en parte se sumerge en el agua. El santo venía de Asia Menor y anduvo errabundo por media Europa antes de desaparecer de la historia.
Más tarde fuimos encontrando sus huellas, no sólo en Bari, sino en los testimonios de diez mil pintores y diez mil cuentistas, en tantos sitios donde se venera a la Virgen, al Niño y a San José. ¿Cómo es que todos pudieron imaginar personajes y leyendas y ternuras caídas del cielo, o acaso inventadas por unos pastores de Galilea? ¿Será posible que las lindas criaturas que esperan la medianoche pero caen rendidas por el sueño, nos estén engañando de que sí existe un Santa Claus y que este Santa Claus nos trae los dones y las bondades de Jesús? Los niños, nos lo recuerda un viejo proverbio, siempre dicen la verdad. Decirla es lo que redime a los locos y ennoblece a los adultos. Por eso debemos creerles cuando son tantos los infantes que afirman haber visto a Santa pasar por el cielo en su trineo tirado por los renos de las narices rojas (“red-nosed reindeers”)…

Hay que pedirle cosas a Santa, pero cosas buenas para el alma

¿Qué va a traernos Santa para esta Navidad? Hay que pedirle que seamos felices, que nos dé fuerza para sobrellevar las adversidades; que no nos haga caer en las tentaciones del demonio, que perdonemos a los que nos ofenden y que nos mantenga unidos con nuestras familias y con nuestros amigos. Que nos traiga —y así lo quiera Jesús— la capacidad para pensar bien y para que en esta tierra vayan recuperándose los principios morales de siempre. Que los niños sean respetuosos y obedientes y esforzados, que Santa nos despierte en el corazón sentimientos de caridad hacia el prójimo, que trabajemos juntos para superar las desgracias que han caído sobre esta tierra.
Es una dicha que cada año haya una Navidad con vida propia, además de ser la fecha en que celebramos el Nacimiento del Niño Jesús. Todas tienen su encanto y su magia, pero está en nosotros mismos hacerlas amables, alegres, renovadoras. Nada cuesta sonreír, dar las gracias, ser generosos, buscar algo bueno que contar de otros. Y además son tantas las tristezas, las penurias y el abandono que hay a nuestro alrededor, que cotidianamente tenemos la oportunidad de ayudar a alguien, de mitigar penas ajenas, de consolar a enfermos y proteger no sólo a nuestros semejantes que lo necesitan, sino también a los árboles, a los animalitos del bosque, al agua y a la campiña.
Que Santa nos regale la dicha de comenzar cada día del nuevo año con entusiasmo, curiosidad constructiva y gratitud por lo que tenemos…