Un rechazo a la democracia estadounidense hizo Bukele, señalando lo que, a su juicio, son errores, fallas estructurales, contradicciones, más después del intento de Trump de desconocer los resultados de las elecciones que dieron el triunfo a Biden, sosteniendo tercamente que le fueron “robadas”, que él era el presidente electo.
Es obvio que nada en esta vida es perfecto; lo verdaderamente importante es que lo esencial funcione, que los tribunales impartan justicia apegados a lo que las leyes determinan, que la inmensa mayoría de ciudadanos y pobladores conviva en paz, que el crimen se persiga, que el Orden de Derecho sea el rector de la vida pública y privada.
En nuestro suelo la ley es sistemáticamente ignorada o pisoteada; la Constitución es, para el régimen, “letra muerta”; el saqueo sin límite —saqueo de billones de dólares— lo “cotidiano”.
A esto se suma el monstruoso plan del régimen de robar los ahorros de los trabajadores, echarse en sus bolsillos lo que nuestros esforzados conciudadanos han venido aportando para cuando sean mayores, para no ser carga para los suyos.
El INPEP fracasó, cayó en bancarrota, como estaban en bancarrota en Francia hasta que el presidente Macron lo reformó, un saneamiento que hizo en los meses invernales, meses de lluvia en casi toda Francia, lo que impidió a los sindicalistas armar sus marchas y sus griteríos.
Aquí el plan es el robo...
Una vieja historia narra cómo un buen hombre quiso explicarle a un ciego lo que era el color blanco; después de hacerlo infructuosamente le dijo: “Blanco es el color del plumaje de un cisne”.
¿Cómo es un cisne?, preguntó el ciego.
El hombre cogió un brazo del ciego y le dio la forma del cuello de un cisne...
Entender lo que es propio, honesto, decente, ajustado a la sensatez, no es algo que maneje el régimen, está fuera de su alcance, ya que la brújula es imponer su voluntad, sus caprichos, sus pataletas, aunque eso ocasione graves daños y ponga en peligro la solvencia de nuestro país y el bienestar de la inmensa mayoría de la gente.
En su desplante frente a Estados Unidos el régimen maniobró/ solicitó/fraguó la destrucción del Centro Histórico para construir una “nueva biblioteca” cerrando el entorno de la actual y, lo que llega al colmo de la desfachatez, se están incluyendo edificios para demolerlos, una escalofriante decisión en un país donde lo que se necesita es preservar lo bueno o pasable que se tenga y edificar lo que haga falta.
Nada garantiza que los constructores sigan en el empeño de terminar el desastre, o abandonen el asunto, como abandonaron lo del canal interoceánico en Nicaragua. Pero los perjuicios económicos al país son muy grandes, graves, además del golpe a la institucionalidad, al orden de leyes, a la seguridad jurídica.
Por Europa anduvo el vice... tratando de engañar sobre El Salvador
Mientras tanto, el vicepresidente hizo un periplo por Europa —periplo seguramente pagado con el dinero de los contribuyentes— mintiendo a diestro y siniestro sobre lo que ocurre en El Salvador.
Que en El Salvador no hay dictadura, que se respeta el orden jurídico, que la legalidad es el común denominador... ni Pinocho mintió tanto en tan poco tiempo, lo que muestra que saben que la situación en El Salvador es repugnante, violatoria de la decencia, de los más elementales principios de buen gobierno...