El lunes se reabre la economía nacional pero deben seguirse los protocolos debidos

En teoría la emisión de 1,200 millones de dólares en Letras del tesoro y una cantidad similar en bonos se dijo que tenía el propósito de apoyar a las pequeñas y medianas empresas, pero con las cuentas alegres que el régimen siempre hace con dineros públicos, que desaparece misteriosamente una sustancial parte de los mismos, ¿qué pasará?

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Alsina no se puede quedar callado. / Foto Por EDH / AFP

Por El Diario de Hoy

2020-08-19 10:56:24

La economía debe reabrirse para evitar un descalabro general del país, apertura que esta programada para el 24 de agosto.

Pero al reabrir negocios, ventas diversas, restaurantes, poner en circulación autobuses urbanos e interdepartamentales, tanto quienes administran esos negocios como el público deben seguir cumpliendo con los protocolos esenciales para evitar un rebrote del COVID-19, los que son muy precisos y relativamente fáciles de acatar:

—Usar mascarilla al salir del confinamiento de casas o lugares de trabajo, tanto para la propia protección como para proteger a otros en caso uno sea portador del virus sin saberlo.
—Lavarse las manos con frecuencia, usar guantes, desinfectar superficies con frecuencia.
—Es imperativo lavar con agua limpia verduras y comestibles. Y en esto haremos una recomendación no solo a los negocios de comida, sino a todos: no dependan de las aguas desconfiables de ANDA, sino que recojan en tanques dotados de filtros, el agua que cae sobre sus techos, el agua más pura de todas. Al respecto publicaremos un reportaje en los próximos días.
—Muy importante, esencial, es que tanto el personal propio como los clientes guarden los distanciamientos recomendados, regla que no es estrictamente necesaria cuando varios miembros de una familia pequeña se sientan juntos a la mesa.

En teoría la emisión de 1,200 millones de dólares en Letras del Tesoro y una cantidad similar en bonos se dijo que tenía el propósito de apoyar a las pequeñas y medianas empresas, pero con las cuentas alegres que el régimen siempre hace con dineros públicos y desaparece misteriosamente una sustancial parte de los mismos, ¿qué pasará?
Una pista lo da la forma chapucera como maneja el régimen la protección de médicos y personal de salud con inadecuados equipos adquiridos a sobreprecio. ¿Quiénes serán los más beneficiados en la garduña que se avecina?
Como en todo, cada negocio, comercio y actividad productiva, lo que incluye a las microempresas, las empresas familiares, los informales, tienen que poner todo el empeño, hacer lo que sea necesario, para salir adelante en esta tenebrosa situación a la que nos han llevado las inagotables ocurrencias del excelentísimo, las persecuciones focalizadas y el incompresible silencio del Visitador de la Real Audiencia.

En un momento en que el camino es escabroso sufrimos de las ocurrencias impredecibles

A esto se agregan las curiosas e inexplicables posturas de la Fiscalía, señaladas muy puntualmente por la abogada Marcela Galeas: por ejemplo, de que el delito que se le imputa al señor López Davidson ya prescribió, además de que a un particular no se le puede acusar de peculado, pues eso solo se aplica a funcionarios públicos.

En este suelo la regla constitucional del derecho a ser juzgados conforme a Derecho, y no montando un circo, no se cumple, además de equivocarse en cifras de supuesta evasión. De 293 millones se bajó a cinco millones, lo que es menos del doble de la compra de granos a sobreprecio a mercaderes no identificados de Sinaloa. Para esas compras abunda el dinero, pero no para adquirir un seguro que proteja a médicos y personal de salud como ordenó la Sala de lo Constitucional.

A este respecto, conmueve lo que dice la viuda del pediatra doctor Gerardo Huezo, que murió a causa del COVID-19: “Señor Nayib Bukele, mi esposo falleció por estar en la primera línea de batalla, por atender pequeños de madres Covid-19. Ahora me deja sola a mí y a mi pequeña bebé un poco mayor por meses que su hija. Ahora dígame, ¿qué hago?

En esa dramática situación se encuentran las familias de los más de cien médicos y personal de salud que murieron a causa de la pandemia.