Populismo de Trump recuerda lo sucedido en Europa en los 30 y 40

El antisemitismo es una de las consecuencias de la xenofobia, del supremacismo blanco, de posturas políticas extremas, de la demagogia populista.

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Claudia Zamora es empresaria y comerciante, y busca una diputación por ARENA en Santa Ana. Foto EDH / Eduardo Alvarenga

Por El Diario de Hoy

2021-01-31 8:57:16

Las Naciones Unidas han alertado sobre un rebrote del antisemitismo en el mundo, una aberración mental que se remonta a tiempos inmemoriales y que ha originado tragedias y genocidios, el más espantoso el Holocausto de seis millones de judíos perpetrado por el nazismo, una mancha que queda sobre toda una generación que hasta el último momento pretendió ignorar lo que sucedía en Alemania en los Años Treinta y Cuarenta.
En la actualidad la mayor amenaza sobre la nación judía se centra en la teocracia iraní, instalada en el poder por el expresidente estadounidense Carter, que forzó la salida del Sha de Irán y propició la entronización de enloquecidos ayatolas.
El antisemitismo es una de las consecuencias de la xenofobia, del supremacismo blanco, de posturas políticas extremas, de la demagogia populista. En China actualmente se pasa por una etapa similar; en Estados Unidos con Trump se produjo un fenómeno que asemeja lo que sucedió en Alemania en los Años Treinta: las prédicas de Trump son, “mutatis mutandis”, la cantinela que destruyó la democracia alemana y provocó el horror que al día de hoy y por decenios sufrirá la nación, expuesta todo el tiempo a rebrotes extremistas, los que el gobierno siempre combate.
La democracia estadounidense ha superado, a lo largo de su historia, extremismos e inclusive el intento de secesión de los Estados sureños, lo que llevó a una guerra civil que fue el mayor enfrentamiento bélico de todos los tiempos hasta ese momento, con centenares de miles de muertos.
Lincoln logró restablecer la unidad y emancipar a los esclavos.
Trump se vale de su dinero, de sus arengas, de su inagotable capacidad para mentir, de sus amenazas y manipulaciones, para embobar a millones de despersonalizados, los que ahora son una grave amenaza para el Partido Republicano.
Acostumbrado a no perder y endemoniado con su descomunal ego, llegó al extremo de presionar a la gobernadora de Dakota del Sur, estado donde se encuentra el memorial en roca de cuatro próceres estadounidenses —George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Teodoro Roosevelt—para que agregara su efigie, lo que de inmediato fue rechazado por la gobernadora.

Patrañas de Trump dejan al Partido Republicano dividido, amenazado y en parte desprestigiado

Desde que se conocieron los resultados de la elección del pasado tres de noviembre, Trump se inventó haber sido víctima de un fraude masivo, cabildeando con los gobernadores y líderes republicanos de Estados claves, para revertir resultados, patraña que unánimemente todos rechazaron.
Se hizo pública una llamada de Trump al Secretario de Estado de Georgia, para que éste alterara los resultados de la elección, algo a lo que no se prestó, por lo que ahora el expresidente piensa movilizar a sus partidarios republicanos en ese estado para “castigarlo”, como ha amenazado a los senadores que se negaron a desconocer las cifras de los colegios electorales de “cobrárselas” en el 2022, cuando muchos de ellos, congresistas y senadores, busquen reelegirse.
Hay dos hechos que ponen de manifiesto de lo que un populista de esa calaña es capaz:
—valerse de aliados políticos para preparar y “encandilar” a muchos de sus partidarios para que luego, más tarde, se tomen el Congreso en un acto de violencia sin precedentes que puso en peligro la vida de congresistas y senadores que estaban en el lugar;
—acusar a la compañía canadiense encargada de tabular los resultados de prestarse para montar un fraude masivo contra Trump…
La consecuencia es que dicha compañía ha demandado por 1,300 millones de dólares a Rudolph Giuliani, a quien Trump a último momento ha dejado a su suerte, sin ni siquiera pagarle sus honorarios…