¿Qué son los churritos que la gente gusta? Son el producto de una inmensa cadena humana

Es imperioso, salvar todos los puestos de trabajo, todas las actividades productivas que se pueda, pues todas contribuyen al bienestar de un grupo humano, incluyendo la producción de churritos y boquitas.

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Raúl Díaz Arce celebrando una anotación para el DC United. Archivo

Por El Diario de Hoy

2020-04-06 1:00:27

En su “Rebelión de las Masas” habla Ortega de una revuelta campesina en el Medioevo, cuando turbas enardecidas saquearon los graneros del señor de la comarca, por lo que, “llegado el invierno, todos murieron de hambre”.
La moraleja: hay que cuidar las emergencias del momento, pero también pensar en las necesidades del mañana, más cuando la pandemia deja viva a la mayoría de infectados.

Es imperioso salvar todos los puestos de trabajo, todas las actividades productivas que se puedan pues todas contribuyen al bienestar de grupos humanos.

Tomemos el caso de “los churritos” a los que la presidencia se refirió con una inexplicable medida de desdén.

Una bolsa de churritos representa una inmensa cadena de actividades: los agricultores que producen papas, plátanos, semillas…, lo utilizado para elaborar “un churrito”, siempre es su producto. Los productos agrícolas se embalan, se transporta a bodegas, se entrega por los transportistas a la fábrica donde otro grupo de trabajadores los procesa, usa empaques impresos en imprentas, sobre papeles especiales también fabricados y procesados…

Los churritos están al alcance de todos, especialmente de aquellos que no pueden pedir comidas a restaurantes establecidos, pero los adquieren en cualquier pequeño negocio.

Familias pudientes los compran para los niños en un viaje a la playa, como el transportista para comer en el camino.

No se puede actuar como solían hacer los nazis con sus cautivos judíos, polacos, gitanos, que iban a lo largo de la fila y a algunos arbitrariamente los forzaban a tirarse al suelo para asesinarlos de un balazo, un horror magistralmente expuesto en la película “El Pianista”.

Vamos a referirnos ahora a otra industria que produce ropa con estampados de Disney y a la que el señor presidente se refirió con menosprecio. Los estampados son el resultado de una enorme y compleja actividad en muchos campos del quehacer productivo de una nación y del mundo: agricultores siembran el algodón como otros textileros procesan hilos de nylon, dacrón, de lo que sea.

No se puede ir a lo largo de la fila metiéndole un balazo a los que me da la gana

Lo que cosechan los algodoneros se transporta desde las cooperativas o importadores de hilos, a bodegas, de allí a las fábricas donde trabajadores los procesan usando tintas también resultado de una cadena de esfuerzos…
A todo ello hay que sumar los encargados de mantenimiento, de dar servicio a lo vehículos, a los que administran, a los auditores, a los publicistas… cada grupo, cada uno de ellos, es a su vez parte de las clientelas de tiendas, médicos, gimnasios, salones de belleza, almacenes de ropa… donde a su vez otras cadenas humanas se coordinan para que unos llenen las necesidades o deseos de otros.

Estamos en un mundo infinitamente interconectado…

Por lo mismo, se debe hacer de lado la práctica de los nazis de ir a lo largo de la fila metiendo balazos en la cabeza a esta o aquella ocupación, oficio, negocio, pues la víctima no es solo una industria y su personal, sino también los seres humanos que son parte de inmensas cadenas de actividades…

En un luminoso momento en la historia de los antiguos griegos, el hombre dejó de verse a si mismo como un agregado departes (brazos, cabeza, pulmones…) para descubrirse como un organismo donde cada célula juega un papel para la supervivencia del conjunto.

Se le pide a la gente que deje de comer churritos pero no se piensa qué van a comer los que tienen parte en la cadena de producción de esa golosina.