El Siglo XX no fue ningún “lecho de rosas” para el mundo

Las torpezas del régimen —que en un año han hundido a la Nación en la bancarrota y lo que, según estimados de la ESEN, empuja a más de millón y medio de salvadoreños a la pobreza y la extrema pobreza— son un llamado a las personas más capacitadas a contribuir con ideas y acciones para paliar este sufrimiento

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Enrique Blanco murió el miércoles pasado en el hospital regional ISSS de San Miguel. Foto cortesía

Por El Diario de Hoy

2020-06-04 9:22:02

“Imagínate por un momento que naciste en el año 1900. Al cumplir los 14 años inicia la Primera Guerra Mundial, que finaliza cuando llegas a los 18 años y deja 22 millones de muertos en todo el mundo…”
Así inicia una reflexión que circula en Alemania y que seguiremos transcribiendo.
“Poco después de finalizar la Primera Guerra Mundial inicia la pandemia de la llamada gripe española, que causa 50 millones de víctimas. La pandemia dura hasta que cumples 20 años.
“Al llegar a los 29 años se produce el colapso bursátil de Wall Street, lo que lleva a que decenas de millones de personas pierdan su empleo y se distribuye sopa a los hambrientos, lo que en parte se describe en “Viñas de Ira” del escritor John Steinbeck.
“Cuando cumples 33 años, los nazis llegan al poder, dando inicio el horror del Holocausto, que costó la vida a seis millones de personas, judíos en su gran mayoría.
“A tus 34 años Mao emprende lo que llamó su Gran Marcha, iniciando un horror que le costó la vida a más de 60 millones de personas.
“Al cumplir tus 39 años inicia la Segunda Guerra Mundial, que finaliza cuando llegas a los 45 años y deja 60 millones de víctimas.
“Al cumplir los 52 años inicia la Guerra de Corea, que finaliza con Corea del Norte convertida en una de las más cerradas y crueles dictaduras del mundo, la única dictadura comunista hereditaria….
“Los niños de hoy piensan que sus abuelos, entre ellos el personaje que hipotéticamente relata la historia que hemos transcrito, no saben lo que es sufrir y estar aislado, pese a que los encuarentenamientos los cumplen en sus propios hogares, una mayoría conectados al mundo a través de sus teléfonos.
La actual pandemia del coronavirus ha cobrado ya 388,441 muertos y 6.5 millones de contagiados en 195 países y empobrecido países enteros, lo que se ha agravado por la indisciplina de la gente en no guardar distanciamientos, no llevar máscaras, molestarse cuando en un supermercado se las exigen.
A esto se suman torpes políticas adoptadas por los gobiernos, más interesados en regimentar a la gente —como aquí en nuestra tierra— que en cuidar su salud, a lo que se agrega que en lugar de poner en manos de epidemiólogos y médicos con experiencia diseñar estrategias, protocolos y cuidar a los infectados, son policías y soldados los que ponen al frente de los centros donde muchos son obligados a internarse.

Las mejores cabezas deben contribuir a paliar el sufrimiento de los demás

Las torpezas del régimen —que en un año han hundido a la nación en la bancarrota y lo que según estimados de la ESEN empuja a más de millón y medio de salvadoreños a la pobreza y la extrema pobreza— son un llamado a las personas más capacitadas en nuestro suelo a contribuir con ideas y acciones a paliar este sufrimiento.
Y en primera línea, construir centros de atención provisionales en las cárceles, pues los reos están expuestos a un contagio masivo y no se les puede mover fácilmente a hospitales de por sí ya están saturados.
Cada uno que pueda debe auxiliar a los necesitados en nuestro entorno, un llamado que en parte hemos hecho con la iniciativa de crear huertos. Con solo adaptar las casas abandonadas alrededor de la policía y en el centro de la ciudad, muchos pueden comer de lo que siembren.