¿Por qué no, señor Voltaire, inventamos una nueva religión?

Se dice que en una ocasión un iluso francés dijo a Voltaire: ¿Por qué no hacemos una nueva religión? “Me parece muy bien su idea”, fue la respuesta. “Póngase a predicar, haga que lo persigan y lo crucifiquen y reviva a los tres días...”

descripción de la imagen
Vicepresidente Felíx Ulloa coordina la comisión ad hoc que analiza reformas a la Constitución que serán presentadas, tentativamente, el 15 de septiembre. Foto Cortesía Presidencia

Por El Diario de Hoy

2021-06-14 9:29:38

Perú está al borde de una catástrofe económica y social con la victoria de Pedro Castillo, alguien que niega ser un marxista pero que representa a un partido comunista y sigue al pie de la letra el libreto de Chávez: demagogia, falsas expectativas, acusaciones contra los productores y las promesas de bienestar, igualdad, el paraíso sobre la tierra, lo que en Venezuela, en Cuba y antes en la Unión Soviética bajo Stalin, terminó en hambrunas ejecuciones, torturas...
El ejemplo perfecto de la sociedad socialista pura, de la hambruna y la idolatría hacia el líder supremo es Norcorea, un estado que para los occidentales o inclusive para chavistas es inimaginable, pues tendríamos que trasplantarnos al absurdo puro, a la pesadilla “suprema”.
Lo anterior lleva a la gran interrogante: ¿que mueve a esos endemoniados?
Un atisbo de respuesta es la facilidad con que los hombres “se inventan religiones” y arrastran tras sí a otros seres, inclusive grandes multitudes, que no tienen o la capacidad o el aliento para idear sus propias respuestas a las interrogantes que plantea el cosmos, dejándose hipnotizar por lo que está a mano.
De allí las iglesias que se montan en un garaje, las que surgen de la nada...
Se dice que en una ocasión un iluso francés dijo a Voltaire ¿por qué no hacemos una nueva religión? “Me parece muy bien su idea”, fue la respuesta. “Póngase a predicar, haga que lo persigan y lo crucifiquen y reviva a los tres días...”.
Pero ya en tiempos de Voltaire se habían dado muchos intentos en Francia de crear nuevas religiones o dar vigencia a variantes del cristianismo, como lo hugonotes, los albigenses, los seguidores de Juan Hus, Lutero, en gran parte como reacción a los excesos y censuras de la Iglesia Católica Romana de entonces.
Con un par de fanáticos que tomen casi por asalto instituciones y convertirlas en centros de indoctrinamiento, de alentar complejos sociales, se cuenta con los medios para enturbiar mentes ajenas.

Cada semana matanzas y cultos satánicos sacuden y enlutan comunidades y naciones

Lo que pregona el peruano Pedro Castillo probablemente no llegue muy lejos porque, a diferencia con Chávez, que arrasó en las urnas, en Perú prácticamente la mitad de la población está en contra y no va a tolerar que inicie “nacionalizaciones”, las que, según él, no serán expropiaciones, o como en China que incontables familias han sido forzadas a compartir sus viviendas con gente designada por el régimen para borrar de sus mentes resabios “burgueses”, lo que los mismos chinos hace años tipificaron como “lavados de cerebro”.
Como decimos, “inventar religiones” e hipnotizar incautos es una industria que sigue muy campante, como lo demuestra el culto de unos pederastas mexicanos bautizado como “Luz del Mundo”, que iba viento en popa hasta que sus mesías fueron apresados en Los Ángeles, donde se quedarán un larguísimo tiempo.
Otra aberración satánica es la “Iglesia”de la Cienciología, que ha hecho presa de muchos en Hollywood; sus dos más conocidos divulgadores son John Travolta y Tom Cruise.
De lo más horrendo fue la secta de un tal “reverendo” Jim Jones, que incitó a un suicidio colectivo: más de 800 adultos y niños se envenenaron en Guyana en 1978 y en Waco, Texas, otra secta murió con su cabecilla David Koresh en 1993. Cada cierto tiempo esos dementes aparecen en el radar público, a lo que se agregan matanzas indiscriminadas como las de la estructura criminal que operaba en Chalchuapa, un caso que inexplicablemente el régimen trata de esconder.