No podemos cambiar el pasado, pero sí retomar lo bueno que nos dejó

Ese encuentro de dos mundos no fue fácil, pero llevó a aportes mutuos en diversos campos. Lo importante es ver hacia adelante y tomar lo positivo, caminar hacia el crecimiento del intelecto y el espíritu y el desarrollo de la civilización que tenemos.

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Foto EDH / René Estrada

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2018-11-15 9:25:19

El condado de Los Ángeles retiró del centro de la ciudad la estatua de Cristóbal Colón, culpado por ellos mismos de genocidio de las tribus indígenas, una acusación que también hizo un cacique en nuestro país que fue a destruir a martillazos las estatuas de Cristóbal Colón y la Reina Isabel la Católica frente al Palacio Nacional, las cuales el gobierno español restauró posteriormente.

En esto del “encuentro de dos culturas” siempre queda la interrogante de si la Carabela descubrió la Isla o la Isla descubrió la Carabela.

Se debe reconocer que los españoles acabaron con mucho de la cultura de los pobladores de América antes de su llegada, sobre todo sus tan coloridas ceremonias religiosas, que dicen varios cronistas e historiadores que incluían sacrificios humanos. Se denunció cómo los conquistadores abusaron de los indios, pero también las crónicas de la época recogen las gestiones de la corona española para frenarlos, al igual que lo hizo la Iglesia. Predicadores como Bartolomé de las Casas defendieron a los indígenas, además de que los pasaron en menos de una generación de la Edad de Piedra a la de los metales y conocieron lo mejor de la ciencia europea de ese entonces.

Por su parte, los mexicanos muy pronto crearon templos y monasterios que rivalizaron con lo mejor del barroco español.

La mortandad de los nativos americanos fue causada por enfermedades que los europeos traían, que ya no les mataban pero que eran mortales para cuerpos sin defensas biológicas, como los simples catarros que rápidamente llevaban a neumonías y a la muerte.

Inclusive en nuestra época pestes mundiales de gripe han causado la muerte de millones de personas, como la del año 1918… Lo que sucedió es el tema de la novela de HGWells, el gran escritor ingles, en su obra “La Guerra de los Mundos”: la Tierra es invadida por extraterrestres que poseen armas fulminantes con las que en cosa de días logran el control del planeta… hasta que los extraterrestres comienzan a sucumbir frente a inofensivos patógenos, enfermedades que los niños resisten pero no un organismo del espacio exterior…

Promotores de la iniciativa en Los Ángeles quieren llevarla tan lejos como arrancar de la historia el Descubrimiento, diciendo que “es falso decir que Colón descubrió América” y que él mismo cometió atrocidades contra los indios.

“Empezamos un nuevo capítulo en nuestra historia en el que aprendemos de los errores del pasado para que no estemos condenados a repetirlos”, declaró Hilda Solís, supervisora del condado de Los Ángeles.

Si no dejamos el pasado, no tendremos futuro

Ciertamente hay hechos de la historia que no deben repetirse nunca más y debemos luchar por que esto sea así, pero no podemos pasar la vida tratando de dinamitar acontecimientos hasta sus cimientos y aniquilar virtualmente a personajes.

Ese encuentro de dos mundos no fue fácil, pero llevó a aportes mutuos en diversos campos.

Lo importante es ver hacia adelante y tomar lo positivo, caminar hacia el crecimiento del intelecto y el espíritu y el desarrollo de la civilización que tenemos, pues a estas alturas nadie querría andar con taparrabos ni volver a la carreta, como soñaba un político de extrema izquierda salvadoreño o el indígena que arremetió contra las estatuas… ¡calzando zapatos tenis! O el dictador que decía que los niños debían andar descalzos para captar mejor la energía de la tierra.

Veamos hacia adelante y superemos los traumas del pasado viendo hacia un futuro mejor. Si no, nunca podremos tener paz interior.