No es sensato adquirir más deuda para equilibrar presupuesto

No tiene sentido “financiar” presupuestos con préstamos, como es de insensatos complementar sus ingresos con cargos a tarjetas de crédito, los que a muy corto plazo tienen que pagarse con creces.

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Paty Chapoy asegura que María Celesto tiene un pacto con Sara, la hija menor de José José. Foto EDH / Fotocaptura

Por El Diario de Hoy

2019-10-01 9:43:53

El Presupuesto General presentado por Hacienda a la Asamblea Legislativa, por un monto de 6,426 millones de dólares, obligará a gestionar créditos por 755 millones de dólares, sumándose a la deuda pública de El Salvador que es de 20,311 millones de dólares.

¿Cómo y quiénes pagarán esa deuda? En su mayor parte la deuda fue contraída en los últimos diez años por los efemelenistas, que además pretenden que el país siga sosteniéndolos en cargos públicos, donde han dejado a más de cuarenta y tantos mil activistas que se pagan con los dineros de todos, según se ha denunciado.

Por si aún no lo saben, queridos millennials y no millennials, queda en los hombros de todos los salvadoreños pagar ese saqueo, un barril sin fondo.

Hasta de la ayuda de la cooperación europea, que sirve para fortalecer programas asistenciales a personas, familias y comunidades en desventaja, se sirvió Funes.

No tiene sentido “financiar” presupuestos con préstamos, como es de insensatos complementar sus ingresos con cargos a tarjetas de crédito, los que a muy corto plazo se tienen que pagar con creces.

Pero si eso no tiene sentido, menos lo tiene que un país no ajuste sus presupuestos a lo que son sus ingresos reales y que inclusive ahorre una parte de ellos para eventualidades o catástrofes.

Si se requieren medicamentos para el sistema de salud hay que comprarlos con los ingresos normales o aceptar donaciones, pero no hacer pedidos al crédito, pues obviamente eso se tiene que pagar.

En igual manera, y como ya lo hemos dicho, se pueden desarrollar obras con financiamientos externos pero cuando tales obras eleven la productividad de sectores y sean —usando una expresión muy en boga— autosostenibles, como esas peceras cerradas donde los peces alimentan a las plantitas y éstas a los peces, movidas por la luz del sol, como es la población que mantiene en actividad el quehacer de todos.

Como dicen las sabias mamás a sus hijos, no gastes más de lo que ingreses y, en lo posible, ahorra algo para tu futuro.

La guerra comercial y Brexit están dejando muchos muertos

Depender de préstamos es vender la primogenitura por un plato de lentejas, venderla a quienes luego van a tocar el son que se debe bailar.

¡Cuando se oye la historia bíblica de Esaú, quien vendió su primogenitura a su hermano Jacob, uno se pregunta tanto sobre lo delicioso de esas lentejas como por las penurias de dicha familia!

Pasar hambre fue la maldición de la humanidad hasta que el capitalismo hizo el milagro de multiplicar los panes y los peces.

Los pueblos que siguen hambrientos son los pueblos presas de esquemas “socialistas”, como lo fuimos nosotros.
¿Habremos aprendido la lección?

Nuestros destinos, es triste reconocerlo, siguen estando en manos de quienes votan por los que dicen ser dueños de la pomada mágica.

El más reciente caso es el de los ingleses y de Mr. Johnson, que quieren salirse de la Unión Europea sin siquiera hacer números para calcular lo que ya están perdiendo y, sobre todo, lo que van a perder.

El mayor porrazo lo recibirá la industria automovilística de ambos lados, que ya llevó a la sepultura las fábricas de automóviles con vínculos estadounidenses establecidas en Europa, víctimas del neoproteccionismo de Estados Unidos.