¡Bienvenida, Jean, al “Viejo Oeste”, donde el fusil del cuatrero hace ley!
Los fusiles, muy apreciada Representante de Estados Unidos en El Salvador, han venido imponiendo la voluntad del presidente Bukele, desde destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional hasta anular los pesos y contrapesos institucionales, pero lo más grave ha sido lastimar dolosamente los lazos de amistad y cooperación entre nuestras dos naciones, una relación de casi ciento sesenta años.
En el último par de días y a través de tuits de dos funcionarios del régimen se plantea el propósito de castigar a periodistas y “controlar” diarios, medios informativos y toda expresión “inexacta”, aquello que contraría al régimen y a quienes lo rodean, la práctica de todas las dictaduras, como se evidenció hace muy pocos días con el aterrizaje forzado de un avión comercial sobre Bielorrusia para secuestrar al opositor Raman Pratasevich y su compañera, detenidos en el acto y acusados de “traición”, de la misma forma que a Aliaksei Shota, el editor del sitio de noticias Hrodna.
El régimen continuamente rebasa la capacidad de asombro de los salvadoreños pensantes, no solo por su permanente negativa a rendir cuentas, evadir lo que son controles normales del gasto de funcionarios y del Ejecutivo, sino decretar una ley especial que “amnistía” o exime de responsabilidad a acusados de corrupción del presente régimen, casos tan flagrantes como el de un ahora exministro de Agricultura que hizo compras de granos a mercaderes mexicanos y brasileños a sobreprecio, no solo por encima de los precios de mercado, sino que además esos productos estaban disponibles en plaza.
No les importó que esas amañadas adquisiciones infligían un daño a nuestra agricultura, un sector vital para la llamada seguridad alimentaria de una nación, lo que trágicamente no han conseguido muchos países del llamado Tercer Mundo, como lo evidencian las graves hambrunas en África.
Sistemáticamente el régimen esconde mucho de lo que hace, desde encubrir a los culpables de un ataque a militantes efemelenistas en un pick-up donde iban niños, intentar echar tierra sobre los numerosos desaparecidos a diario, el caso de un psicópata que ha asesinado a medio centenar de personas y las argucias para desviar la atención montando un escándalo sobre la captura del suegro de Funes, a quien han ido a tirar a Zacatraz por hechos mucho menores en comparación con los saqueos de miembros del régimen.
Lo más reciente es el anuncio de una “iniciativa de ley” en la Asamblea que controla el régimen para robar las pensiones de los trabajadores salvadoreños, lo cual los condenará a una vejez de horror.
Lo moral y lo racional fundamentan nuestra Civilización Occidental
La señora Manes, quien dejó tantos gratos recuerdos en su última gestión, pues tenía el don de “estar en todas partes casi al mismo tiempo”, enfatizó a su llegada que “estoy aquí para reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la gente de El Salvador y para seguir colaborando para promover un país seguro, próspero y democrático...”.
La diplomática reseñó que “el 15 de junio, dentro de un par de semanas, es el Día de la Amistad entre Estados Unidos y El Salvador, una iniciativa que aprobó la Asamblea Legislativa en el 2017 porque nuestra relación va mucho más allá de un gobierno a otro; es verdaderamente de pueblo a pueblo”.
Además destacó: “Tengo la intención de continuar la tradición de que la embajada sea el lugar neutral que le da la bienvenida a todos los miembros del espectro político, del sector privado y de la sociedad salvadoreña...”.
Sus palabras, Embajadora Manes, son un aliento para los muchos que en este suelo valoramos la democracia, el fruto de cinco mil años de batallar a favor de lo moral y lo racional....