Navidad es alegría, reconciliación, lindos gestos hacia otros

Es importante compartir alegría, lo que se tiene con los menos afortunados, enviar al vecino que está pasando un momento difícil parte del pavo que se prepara. “Lo que no se comparte, se pierde”, decía la santa Madre Teresa, abarcando desde el alimento hasta el conocimiento.

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Por El Diario de Hoy

2019-12-18 7:05:51

Navidad son muchas cosas: es bondad, reconciliación, festividades, celebración de la Nochebuena en familia, regalos que los pequeñitos esperan durante el año, tomar cerveza y “echarse tragos” con amigos, pero manejando el alcohol responsablemente, no exponerse a los graves problemas que acarrea no hacerlo.
La actividad comercial intensa de las semanas previas al fin de año es, para la mayoría de empresas, la etapa más lucrativa, la que con frecuencia cubre los meses de las vacas flacas y deja las ganancias para invertir, renovar tecnología y sistemas, capacitar personal y no verse forzadas a hacer recortes.
La camaradería entre todos los participantes en un programa facilita entendimientos y mejora la relación en las cadenas productivas de un país, las que obviamente se extienden al mundo exterior.
Llamadas, tarjetas navideñas, intercambio de regalos, cualquier buen gesto hace que haya “buena vibra” el resto del año con aquellos con quienes mantenemos contacto.
Es importante compartir el gozo y lo que se tiene con los menos afortunados, como enviar parte del pavo y la cena familiar al vecino que está pasando un momento difícil. “Lo que no se comparte, se pierde”, decía la Madre Teresa, abarcando desde el alimento hasta el conocimiento.
Si un representante de empresas con las que negociamos no logra volver a casa, lo propio en las festividades es invitarlo a pasar la Nochebuena con nosotros, algo que hicimos en varias ocasiones para alegría de todos.
El intenso comercio de Navidad pone a disposición del público aparatos, innovaciones de lo que usamos, sistemas que nos facilitan la vida. Cada fabricante se esfuerza por mejorar sus productos, aunque algunos sea prácticamente imposible hacerlos más prácticos, fuera de cambiar diseños.
Se dice que si algo funciona bien no hay que meter mano, fuera de dar los mantenimientos de rigor. Y así como nos ocupamos de barrer regularmente la casa, el final del año es el momento propicio para revisar toda instalación, finca, taller, despensa, botando o regalando lo innecesario.
En estas semanas, en lugares de trabajo como asimismo hacen grupos altruistas, se recogen juguetes para los infantes que no los tienen, sobre todo aquellos que ya un niño descartó, que dejaron de interesarle pero que están en buena condición y a otro más pequeño van a encantarle. Hay grupos y personas que por un día “adoptan” a un niño de escuelas o familias pobres, para darles lo que anhelan.

Una noche Scrooge fue iluminado y se unió a los niños para Navidad

La Navidad es el momento para hacer una introspección en la propia conducta hacia otros, en moderar actitudes, hacer un examen de conciencia y dejar de hacer daño a otros, desde el reyecito de pueblo que ha venido fraguando matarle el buey al agricultor que no se le doblega, hasta poner a las comadronas perversas del lugar a inventar improperios y calumnias a otros.
Una de las más aleccionadoras historias de Navidad es la de Charles Dickens con su Scrooge, el viejo cascarrabias que detestaba la Navidad y le hacía mala cara a los niños.
Pero una noche algo pasó en el alma de Scrooge: el buen Señor, nuestro Dios, limpió su alma de malos sentimientos, de cóleras, de vivir aislado rumiando tristezas y aquél cambió, se unió a los niños y a sus buenos vecinos para celebrar la Navidad, para esperar con alegría la llegada del Niño Dios.