Más inundaciones y la corrupción amenazan a la esplendorosa Venecia

El mar, fundamento de la gloria veneciana, amenaza a la ciudad, pues el agua salada corroe todo, comenzando por el mármol y otras piedras duras que entre otras cosas forman el piso de la Basílica bizantina de San Marcos, uno de los más hermosos templos de la cristiandad

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Por El Diario de Hoy

2019-11-17 9:00:50

Las inundaciones han causado enormes daños a Venecia, una de las más bellas ciudades del mundo, pero cuando parecía que lo peor había pasado, otra inundación desbarata lo que se comenzaba a rescatar.

Hace unos años se puso en marcha un proyecto para construir un dique a la entrada de la laguna para regular las mareas, pero el alcalde de la ciudad concedió a dedo la obra, uno más de los perniciosos “dedazos” que son una maldición en Italia y en todo el mundo: en lugar de escoger a los más capaces para realizar obras, se otorgan a los favoritos, a los que den coimas, a los que en una u otra forma retribuyen el favor.

El alcalde y sus compinches están presos y ojalá queden presos hasta que Satanás los llame a los infiernos, pues los perjuicios que sus sinvergüenzadas han causado son incalculables, al afectar muchos de los grandes tesoros artísticos de la humanidad.

El mar hizo nacer a Venecia, el mar la engrandeció hasta convertirla en una potencia marítima y comercial que dominó el Mediterráneo y ahora el mar la amenaza de muerte.

Ese ejemplo, como incontables otros, comprueba que la compra y adjudicación de servicios públicos debe siempre estar vigilada por entidades independientes, nunca en manos de funcionarios, ministros o presidentes que decidan por sí y ante sí a quiénes se adjudican, como algunos pretenden aquí al decir que el Ministerio de Hacienda, un ente directamente dependiente del Ejecutivo, se haga cargo de licitaciones y adjudicaciones.

Los efemelenistas adjudicaban a dedo, a su gusto, lo que iba a construirse o comprarse, con los resultados que se conocen: calamitosas construcciones, contrataciones, servicios, como los camioncitos chatarra comprados por una alcaldesa roja y las medicinas ineficaces adquiridas por la misma al fungir en Salud.

En su apogeo la flota veneciana fue decisiva para que Occidente derrotara a los turcos en la Batalla de Lepanto, como fueron tropas venecianas las que contribuyeron el triunfo de Francisco I sobre los españoles, lo que entre otros cosas hizo que el rey francés se llevará de Milán a Ludovico el Moro Sforza, y con él a Leonardo con todo y La Gioconda.
En este año se celebran los 500 años del genio universal con una exposición en el Museo del Louvre y actos en todas partes del mundo, donde se muestra su polifacética genialidad en todos los campos del saber de su tiempo, además de ser precursor de inventos y tecnologías en los siglos sucesivos..

El mar hizo la grandeza de Venecia; el mar, ahora, un peligro mortal

En cuanto a La Gioconda, el más célebre retrato de todos los tiempos, no es de la esposa de Francesco del Giocondo, sino un refinado autorretrato del mismo Leonardo, lo que explica su inescrutable sonrisa.

El mar, fundamento de la gloria veneciana, amenaza a la ciudad, pues el agua salada corroe todo, comenzando por el mármol y otras piedras duras que entre otras cosas forman el piso de la Basílica bizantina de San Marcos, uno de los más hermosos templos de la cristiandad, o el más bello, recubierto en su interior por dorados mosaicos, oro debajo del vidrio, y en cuya fachada están los cuatro corceles, seguramente traídos de Constantinopla después que los venecianos saquearon la ciudad en una de la tantas e inexorablemente fracasadas cruzadas para recuperar el Sepulcro de Nuestro Señor…