Gracias a Dios y a los diputados honestos, a las organizaciones de la sociedad civil y a todas las personas de bien en esta tierra que lucharon por la elección de los magistrados, ya tenemos Sala de lo Constitucional nuevamente y la Corte Suprema ya está completa.
Por las declaraciones de los magistrados Aldo Cáder y Carlos Sánchez sabemos que la Sala continuará trabajando con profesionalismo y valentía como lo hicieron sus predecesores, garantizando el respeto a la Constitución, la independencia judicial y frenando los abusos de poder.
Y ahora que está completa la Corte Plena es importante que continúe la lucha contra la corrupción a través de la Sección de Probidad y el combate de la impunidad con la tramitación de casos como la extradición de Funes, enjuiciado por el saqueo de 351 millones de dólares durante el primer gobierno del FMLN.
La misma ya fue solicitada por los tribunales a la Corte, donde se espera que no ocurra lo mismo que con Interpol, que no avanzó con la localización y captura del prófugo porque, según la Fiscalía, la policía local hizo mal la gestión y se investiga si hubo una omisión intencional.
Esta clase de pifias, al igual que la huida de Funes por consejo de los mismos efemelenistas, representan burlas a la justicia que no se deben seguir tolerando. También representa una burla a la decisión y el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos para combatir la corrupción en la región centroamericana.
En el momento indicado parecen actuar las brigadas internacionales para proteger a los corruptos, en el afán de hacer cumplir el sagrado principio revolucionario de “lo robado, robado queda”, que es una variante del estribillo de la extrema izquierda de “lo conquistado no se entrega”, más cuando lo que se conquista son dineros patrimonio de una nación saqueada hasta el hueso.
El “buen vivir” solo ha sido para
la dirigencia del partido oficial
Como parte de esta burla al país, a su gente de trabajo, a sus productores, a la población que sufre la violencia que los efemelenistas son incapaces de controlar, está lo que dice la propaganda oficial de que los presupuestos del Estado se destinan a programas “sociales”, pero se ha denunciado hartamente que la erogación de dineros de la gente es para sostener a cuarenta y tantos mil activistas.
Nadie debe extrañarse de que nuestro país esté sumido en una crisis económica, social y moral, pues cuando los timoneles no tienen clara su misión, toda la nave estatal sufre. Y lo que se está sufriendo es precisamente los actos de una dirigencia que antepone sus bajas pasiones y su fanatismo, al bien común, indiferentes al dolor, las privaciones y el envilecimiento que ocasionen, precisamente como sucede en Cuba y es la larga historia del marxismo en su sangriento paso por la historia, que se resume en un hecho: cien años de marxismo, cien millones de muertos, sin contar los muertos en Hispanoamérica y en otras regiones del globo.
El “buen vivir” solo ha sido para la dirigencia efemelenista. El resto de la población sufre en carne propia la violencia, la migración forzada, la pobreza, el saqueo fiscal, la falta de oportunidades.
La Corte renovada debe hacer que prevalezca la justicia para todos y devolverle confianza al país en sus instituciones.