Sindicalistas atacan a la Corte de Cuentas tras descubrir 63 anomalías en el Hospital Cifco

Las dictaduras son la antítesis, una maldición sobre los pueblos, como se manifiesta en las dictaduras tanto del presente como del pasado.

descripción de la imagen
Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / www.instagram.com/p/CKAVuHQl5u8/ y www.instagram.com/p/CJ1tN13Ff9w/

Por El Diario de Hoy

2021-03-22 7:05:39

Un grupo de sindicalistas armó una ruidosa protesta frente a las oficinas de la Corte de Cuentas un día después de que la institución diera a conocer que había encontrado 63 anomalías en la construcción del rimbombantemente llamado “Hospital El Salvador”, considerado uno de los más descarados saqueos perpetrados por el cleptodesgobernante como es obvio y claro como el agua para las personas informadas.
La reacción sindical más bien pareció como un mensaje del régimen para intimidar a los magistrados por su lucha contra la corrupción en el manejo de los fondos públicos.
Los salvadoreños tienen la fortuna de contar con un presidente de la Corte de Cuentas y magistrados que cumplen con su deber, sobre todo siendo honestos y trasparentes, lo cual los vuelve blanco de ataques del grupo en el poder que, por ejemplo, nunca dijo exactamente cuánto costaría la construcción del hospital.
Primero se dijo que costaría 70 millones de dólares, pero después que serían $100 millones, a lo que se deben suman los $30 millones sustraídos al Seguro Social y los muebles, equipos y otros enseres sacados del Hospital Rosales, el primer centro hospitalario del país, el sanatorio al que acuden personas, familias y sectores que no pueden costearse tratamientos privados.
El régimen mete mano en los bolsillos de los pobres, en los bolsillos de la clase media, en los bolsillos de “los ricos” (la “burguesía” en la jerga de los rojos ). Metiendo mano donde puede...
Desde que inició sus saqueos en Nuevo Cuscatlán, el cleptodesgobernante sigue en su estrategia de “pinzas”: por una parte quita recursos y pone cercos en las entidades encargadas de vigilar el uso de recursos públicos, mientras por la otra amenaza a quienes cumplen con sus funciones fiscalizadoras, los insulta y les crea problemas de toda naturaleza.
Cuidar lo que es el patrimonio de la gente en este país, incluyendo el de los nulpensantes que marchan detrás del flautista de Hamelin, es una función natural, obligada de todos los organismos del Estado. O, expresado en otros términos: los Estados existen, se organizan, para cuidar del bien común, promover la convivencia.

Tarde o temprano van a despertar en medio de un gran estercolero

Las dictaduras son la antítesis, una maldición sobre los pueblos, como se manifiestan en las dictaduras tanto del presente como del pasado.
Lo que actualmente sucede en Myanmar, Birmania, donde una mafia militar está masacrando a un pueblo que clama por la democracia, en Rusia bajo Putin el envenenador, en la Cuba castrista.... son muestras de lo que espera a los pueblos que caen la trampa por el plato de lentejas imaginario que son las promesas de demagogos.
Se dejan ir ciegamente sin que en sus mareadas entendederas logren anticipar el despellejamiento que a la vuelta de la esquina acecha, garrote en mano.
Por ahora el garrotazo inminente es el proyectado, por “el mismo de siempre” y sus secuaces, robo de las pensiones, que va a condenar a la inmensa mayoría de salvadoreños a una vejez miserable, literalmente a morir de hambre.
Si quieren enterarse, amables lectores, de algunas de las consecuencias que el saqueo tiene, pregunten a las comunidades que no han recibido el FODES que correspondía que les pagaran hace más de nueve meses...
El domingo, usurpando el tiempo de descanso de la gente, cuando ven sus programas favoritos, “el mismo de siempre” dio atol con el dedo a sus hipnotizados. Se dice que “puede engañarse a toda la gente parte del tiempo como engañar a parte de la gente todo el tiempo, pero nunca a toda la gente todo el tiempo...”, ojalá que no sea para despertar en medio del estercolero.