La Corte de Cuentas confirmó que Hacienda tiene dinero para pagar a los alcaldes y Asamblea

Lo que desde un momento quedó claro ante la opinión pública es que la retención de los salarios a diputados y trabajadores es una medida de presión del cleptodesgobernante para “ablandarlos” frente a sus demandas y las comparecencias de miembros de su gabinete

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Dentro de los proyectos que se firmaron desarrollar se encuentran 24.2 kilómetros de ampliación a 4 carriles entre el Aeropuerto Monseñor Romero y el municipio de Zacatecoluca, en La Paz. Foto EDH / Cortesía

Por El Diario de Hoy

2020-11-24 7:28:10

La Corte de Cuentas realizó una investigación al Ministerio de Hacienda para establecer en qué se utilizaron los 75 millones de dólares producto de un préstamo, así como los fondos para el FODES de las alcaldías.

Según la contraloría pública, se efectuaron tres auditorías entre el 11 y 13 de octubre, que concluyeron lo siguiente:

—Hacienda tuvo a disposición, desde el momento en que se aprobaron, los fondos necesarios para pagar el FODES, los salarios de la Asamblea Legislativa al igual que los de la Corte Suprema.
—La Corte está determinando si Hacienda desde el primer momento dispuso de los fondos para pagar los salarios de la Asamblea Legislativa y el diez por ciento del FODES a las alcaldías, ¿por qué los retuvo? La ley le manda pagar esos dineros y él juró cumplir con la ley, no mezquinarlos ni regatearlos ni decidir a su arbitrio.

“Los equipos de auditores han constatado que sí había existencia de fondos para hacer las transferencias en el pago de los salarios”, dice la información. “Apoyándonos en el análisis que se ha hecho desde enero hasta septiembre, se determinó que había ingresos para hacer las transferencias del 10 por ciento de FODES a las municipalidades”, recalca.

Hay indicios de manejos no claros que pueden ser ilícitos, agregan, lo que está en proceso de informarse a la Fiscalía para que inicie investigaciones.

Al verse descubierto, el titular de Hacienda reaccionó con acusaciones y una vulgaridad contra el presidente de la contraloría, el pobre recurso de los que se quedan sin argumento.

Lo que desde un momento quedó claro ante la opinión pública es que la retención de los salarios a diputados y trabajadores es una medida de presión del cleptodesgobernante para “ablandarlos” frente a sus demandas y las comparecencias de miembros de su gabinete, el grupo de exvendedores de motos, incondicionales y domesticados.

En adición, con ello se intenta que los diputados sean pacientes con los desplantes de los ministros y funcionarios, de sus burlas y prepotencias. Pero hay un fondo muy siniestro en este asunto: el cleptodesgobernante quiere anular toda pesquisa, investigación, examen sobre la forma como maneja fondos, mueve recursos de un lado a otro, despilfarra presupuestos, los hace desaparecer sin dejar rastro.

Una votación no es cheque en blanco para abusar y robar dineros públicos

Las posturas del cleptodesgobernante se apoyan en haber ganado en una elección donde hubo un marcado abstencionismo. Pero las votaciones en cualquier país democrático son una de las dos caras de la misma moneda, una de ellas el Orden de Derecho, la institucionalidad, la división de poderes, los pesos y contrapesos.

Una cara no puede existir sin la otra; la lógica rechaza la idea de que pueden privilegiarse votaciones ignorando el conjunto de normas propias de un orden de leyes, pues así como una votación determina quién estará al frente del Ejecutivo en los plazos que fija la ley, la otra cara protege al cuerpo social en cuanto a sus derechos y libertades esenciales, del abuso y los desmanes de funcionarios, de no quedar expuestos a detenciones arbitrarias, amenazas, coacciones.

Bien lo expresa un hermoso símil: una gaviota, un cisne, necesitan dos alas para volar, de la misma forma como una república, para no naufragar y mantener su curso en los mares tormentosos de todos los tiempos, necesita que los ciudadanos puedan votar pero asimismo que estén siempre protegidos en cuando personas, en sus derechos y libertades esenciales, como es, en primer lugar, el de la libre expresión como proteger su innata dignidad.