Los romanos perseguían la traición a la República como la que se comete en el país

Es un crimen contra la Patria desconocer o incumplir abiertamente fallos de la Sala de lo Constitucional, burlarse e ignorar los pesos y contrapesos institucionales, ordenar a los “funcionarios” desobedecer requerimientos e intentar bloquear diligencias judiciales.

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Es la novena variación al alza que se da en lo que va del año. Foto EDH / archivo

Por El Diario de Hoy

2020-11-16 7:31:35

En la antigua Roma, nos recuerda el columnista Juan Manuel de Prada, del ABC, “existía un crimen contra la patria, el perduellio, que era el más grave de todos… lo que hay llamaríamos alta traición, que comprendía todas las maquinaciones y deslealtades contra la patria, todo intento de dañar o destruir la comunidad política”, igual, en estos momentos, a lo que se propone el cleptodesgobierno: alterar la Constitución, montar una dictadura que pueda perseguir, amordazar, encarcelar y “hacer desaparecer” a quienes opongan o critiquen los graves desmanes y desvalijamientos que se vienen perpetrando desde el día mismo en que tomó posesión, cuando amenazaron con meter a la cárcel a un fotoperiodista de EL DIARIO DE HOY, lo que no se consumó gracias a la intervención de la entonces Procuradora de Derechos Humanos, Raquel de Guevara.
Es un crimen contra la Patria desconocer fallos de la Sala de lo Constitucional, burlarse e ignorar los pesos y contrapesos institucionales, ordenar a los “funcionarios” desobedecer requerimientos e intentar bloquear diligencias judiciales.
La dictadura de hecho es precisamente un perduellio, volviendo al término en latín…
La gravedad de lo que viene perpetrando el cleptodesgobernante se manifiesta en desconocer o atropellar libertades y derechos de los pobladores en este suelo, lo que sucede cotidianamente, día a día, como haber despedido al presidente del Banco Central, Nicolás Alfredo Martínez, no sólo del cargo, sino también de la institución donde laboraba desde hace 23 años.
¿Cuál fue la causa de la agresión contra el licenciado Martínez?
Muy simple: lo despidieron fulminantemente por haber si honesto y transparente y haber revelado que el cleptodesgobieno desde marzo ha dispuesto de $1,643 millones para la pandemia, lo que lleva a que muchos de inmediato se pregunten ¿en qué se ha utilizado esa enorme cantidad de dinero, dinero que nos tocará pagar a todos los salvadoreños?
No solo no nos ha traído alguna mejora en servicios, sino que vamos de mal en peor, con la mitad de la población en la pobreza y la enseñanza de niños y jóvenes muy golpeada, pues el régimen ha usurpado la televisión educativa y montado otros medios para difundir su propaganda, sus diatribas e insultaderas.
Cada arbitrariedad, cada amenaza, cada vejamen a personas y tanques de pensamiento, cada cierre de información, como negar acceso a las instalaciones del “Hospital El Salvador” que, según el régimen costó “cerca de treinta y cinco millones” en su primera etapa —a lo hay que agregar los 30 millones que le quitaron al Seguro Social—, pero que ningún informador, ningún miembro de grupos cívicos, del sector productivo, ha podido constatar qué pasa allí dentro.

Si lo esconden tanto es porque a simple vista, en unos cuantos minutos, puede verse la gusanera, el truculento engaño.

Ya lo advirtió la ex embajadora Aponte: “Joe Biden no va a tolerar dictaduras…”

Como vienen diciendo muchos en este suelo, nuestro deber, el deber de toda persona bien nacida, decente y sensata, es defender nuestra democracia.
El espinazo de nuestra democracia, de lo que nos protege a todos, es el orden constitucional, el sistema de pesos y contrapesos, la fiscalización efectiva y permanente, el rechazo al abuso.
La alerta es: ¡Cuidado, salvadoreños, que van tras vuestras billeteras, pretenden meter mano en los bolsillos de todos!
Que estemos en el cuarto saqueo de la historia reciente no debe resignarnos, hacernos renunciar a la lucha por nuestros derechos y los derechos de nuestros hijos y de sus hijos, sino movilizarnos, resistir, denunciar lo que todos piensan que es una operación a gran escala de lavado.
Como ya advirtió la exembajadora Aponte, “Joe Biden no va a tolerar regímenes autocráticos en El Salvador…”
Tomen nota, saqueadores…