La Constitución es clara: sólo la Asamblea puede avalar concesiones

Precisamente por sentir que las instituciones no funcionan, el presidente Bukele se siente con el pleno derecho de disponer a su antojo de bienes e instituciones de esta martirizada tierra

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Pronto Britney dejó de ser el estereotipo de la chica sureña estadounidense. Foto EDH / AFP

Por El Diario de Hoy

2020-07-23 9:21:44

La Fiscalía General de la República se ha limitado a decir que “abrirá un expediente de investigación” alrededor de la denunciada concesión de la Lotería Nacional a un grupo inversionista israelí, no obstante que esta operación contraviene la norma de la Constitución de que las concesiones del Estado tiene que aprobarlas la Asamblea y no el Ejecutivo.
La Fiscalía dice que por el momento es un expediente de investigación porque “no se puede dejar llevar por una nota periodística”, sin pensar que más bien debería agradecer que la “nota periodística” es la alerta de un hecho grave que se ha denunciado y debe verse con ese grado de preocupación, sin darle mayores largas.
De igual manera se debe ver la compra de granos a un sobreprecio a traficantes de Sinaloa, que vendieron granos, que los había en plaza, pagando más de dos millones de dólares de lo que habrían costado en El Salvador, como declararon agricultores de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios.
Asimismo la Fiscalía debe abrir una investigación seria sobre el costo del hospital en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco), obra realizada por el Ministerio de Obras Públicas, lo que equivale, como ya hemos dicho, a encargar al Ministerio del Medio Ambiente la adquisición de estructuras de acero para puentes.
Precisamente por sentir que las instituciones no funcionan, el presidente Bukele se siente con el pleno derecho de disponer a su antojo de bienes e instituciones de esta martirizada tierra. Es por milagro que no ha ordenado instalar un “hospital” en el Teatro Nacional, o convertir el Palacio Nacional en un cuartel para sus leales generales y oficiales, que tan atareados están en ir de un lado a otro con el señor Presidente, que no han reparado que la Constitución de la República manda la apoliticidad del Ejército, que no sea un cuerpo de ocupación del territorio en beneficio de una persona o un grupo político.

Puede estudiarse recuperar una Lotería que cumpla con su misión de “beneficencia”

¿En cuánto habrá vendido el régimen la Lotería?

La Lotería viene dando tumbos desde que, durante el régimen de Funes, un tal Durán se la acabó en una semana, después de ser, por muchísimos años, un sostén para entidades humanitarias, además de constituir un ingreso para vendedores de billetes registrados y una venta de ilusiones para muchísimos salvadoreños, que soñaban con “darle al gordo” o al menos “sacar terminación”. Su antiguo era “Lotería, alegría para todos y alegría para mí” en la voz de un niño, precisamente porque de los ingresos se sostenían entidades de beneficencia pública —de allí su nombre—, orfanatos, asilos, asociaciones de servicio, hasta que el régimen de Funes retiró la ayuda y ahora ya no se sabe a quiénes favorece a ciencia cierta.
Había “reglas” para comprar billetes: los que tuvieran números de suerte para el comprador, lo que soñaran en un momento, etcétera. Pero en ningún momento se pensó en hacer de la Lotería un esquema de juegos de azar como el Loto y el Toto en Europa, en que el dinero que se recoge se reparte en los que juegan y aciertan.
No es del caso que “el Estado” fomente la ludopatía, un horrible vicio que afecta la misma área cerebral que la cocaína.
Lo procedente es que la Asamblea busque asesorarse con países que tienen sanas loterías, que llenen ilusiones pero asimismo sostengan caridades…