Los descerebrados del chavismo celebran por los disturbios en el Sur

“Al Foro de San Pablo le puedo decir, desde Venezuela, estamos cumpliendo el plan, va como lo hicimos, va perfecto, ustedes me entienden... Foro de San Pablo, el plan va en pleno desarrollo, victorioso. Todas las metas que nos hemos propuesto en el Foro las estamos cumpliendo una por una”, dijo Maduro, por su parte y según lo cita el portal de noticias argentino Infobae.

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Por El Diario de Hoy

2019-10-22 10:00:31

Masas instigadas por descerebrados y resentidos sociales han causado destrozos en Ecuador, en Chile y revuelto el ambiente político de Perú, lo cual es motivo de celebración para Maduro, Cabello y sus secuaces, según lo han expresado abiertamente.

Nadie sabe en qué otros países generarán iguales motines, porque ya dijeron que estas solo son “brisitas bolivarianas” y que el objetivo principal es desatar un “huracán bolivariano”, según lo expresó el número dos del régimen venezolano, Diosdado Cabello.

“Al Foro de San Pablo le puedo decir, desde Venezuela, estamos cumpliendo el plan, va como lo hicimos, va perfecto, ustedes me entienden… Foro de San Pablo, el plan va en pleno desarrollo, victorioso. Todas las metas que nos hemos propuesto en el Foro las estamos cumpliendo una por una”, dijo Maduro, por su parte y según lo cita el portal de noticias argentino Infobae.

“Vamos mucho mejor de lo que pensábamos, y todavía lo que falta. No puedo decir más”, agregó, de acuerdo con la información de El Nuevo Herald.

Aunque nunca se toca fondo en los instintos infernales de muchos, los países bajo ataque están cada vez más preparados para contrarrestar los desbordes de violencia, de la misma forma como la mayoría de los pobladores cobra conciencia de la amenaza que turbas desenfrenadas representan para sus modos de vida, sus trabajos, sus familias y sus ilusiones.

En Chile, un reclamo de los violentos era “acabar con la desigualdad”, sin precisar lo que quieren, aunque ya hemos oído a muchos socialistas del Siglo XXI decir que “todos deben devengar igual en una sociedad justa”, como sucede en Cuba: indistintamente de la capacidad, los conocimientos y el esfuerzo de alguien, todos reciben el mismo salario.

En eso los venezolanos tienen una pizca de razón: ¿por qué solo en Venezuela la mayoría de pobladores está forzada a padecer las más duras condiciones de vida, a tener que buscar comida en basureros, a pasarse días sin electricidad ni agua, a no disponer de medicinas para curarse… Por lo mismo, que la maldición de esa miseria se comparta por ecuatorianos, chilenos, por todos los hispanoamericanos, “por el mundo entero” para que haya justicia. Y la manera más efectiva de lograrlo es quemar transportes, saquear almacenes, destruir fábricas, incendiar periódicos como el atentado que sufrió durante la revuelta El Mercurio en Valparaíso.

Si no se controlan pulgas y mosquitos se padecerá paludismo y dengue

Las ramificaciones de los acomplejados sociales son pasmosas, como en su momento se demostró con las redes del terror, que incluyen en una misma maraña a terroristas del Medio Oriente, venezolanos, centroamericanos, bandas japonesas… Para citar un caso, el rescate pagado por un criminal criollo que negoció con un cadáver se entregó en Argelia.

Parte del problema surge de la inacción de Estados Unidos frente a Venezuela después de que John Bolton, el anterior Consejero de Seguridad de la Casa Blanca, declarara que “todas las opciones están sobre la mesa”. Al no suceder nada, la resistencia venezolana, que prácticamente abarca a la casi totalidad de pobladores, “quedó colgada de la brocha”, comenzando por su líder, Juan Guaidó.

La droga envenena a jóvenes, personas adultas, a viejos, tanto en el sur de Argentina como en Dallas, Miami o San Luis. Y el principal blanco de la mayoría de carteles son precisamente los “mercados” estadounidenses, poner droga en manos de las pandillas que operan en todo el inmenso territorio.

Toda la gente en todas partes sufre las consecuencias de la droga, sea como enviciados, como víctimas de asaltos, por la inseguridad, por el costo de cuidar sus familias, sus bienes, su bienestar, su futuro.

Cuando una comunidad sufre de una peste como el dengue, debe combatir y controlar a los insectos que la propagan…