Lo que fundamenta el progreso es la ciencia, no las marchas violentas

“Son dos maneras distintas de hacer avanzar la sociedad: la iniciativa privada y la acción política. No critico a los marchantes, pero prefiero la primera. Y la promuevo...” (Thierry Ways, en El Tiempo de Bogotá)

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Por El Diario de Hoy

2019-11-26 6:52:47

El progreso de los pueblos, escribe la señora Thierry Ways en El Tiempo de Bogotá, no es resultado de marchas, revueltas, politiquería y disputas entre partidos y hasta generaciones, sino de inventos, ciencia, cambios que el ingenio de una persona encuentra para solucionar un simple problema, como el clip para sujetar hojas de papel.
O como lo expresó un químico sueco, Hans Rosling, a su madre la máquina de lavar ropa la liberó de una tarea tediosa en la que pasaba buena parte del tiempo y que ocupa a muchas mujeres y hombres en nuestro suelo al día de hoy: al no tener que lavar topa, su madre pudo acompañar a los hijos en sus aprendizajes, tuvo tiempo para salir con ellos, hacer una vida de familia rica en cariño y experiencias.
El rostro siniestro de lo que son las revueltas y el desorden político es lo que la narcodictadura venezolana está fomentando en el Hemisferio y cuya expresión más infame han sido los actos vandálicos en Chile, donde las chusmas chavistas han destruido el metro, saqueado comercios y dado fuego a policías y edificios, incluso con los inquilinos adentro.
La columnista pasa a enumerar los muchos inventos y avances tecnológicos, algunos y como en el caso del clip, que nos beneficia a todos —avances que no fueron obra de revoltosos hispanoamericanos— entre ellos:
El ábaco, la brújula, el celular, los desinfectantes, los elevadores, la farmacología, la genética, el hormigón armado, el inodoro, el jet, el papel higiénico y toalla, el linotipo, la máquina de vapor, la nevera, la odontología, la píldora anticonceptiva, el queroseno, la radiotransmisión, la siderurgia, los telares, las UCI, las vacunas, la web, la xerografía, el yugo, la zootecnia.
Aquí podríamos agregar un invento, obra de los pueblos escitas, que cambió el curso de las guerras en la historia: el estribo.
Antes del estribo, un golpe derribaba fácilmente del caballo al jinete, impidiendo que las cargas de caballería fueran lo efectivas como luego se demostraron ser.

Muchos politicastros se benefician del permanente descontento

Cualquiera de estas cosas hizo avanzar a la humanidad más que las múltiples manifestaciones que tienen lugar en la actualidad. “Al mundo no lo cambian las masas —escribió Eduardo Escobar en El Tiempo—, sino los ingenieros del secreto material que suelen trabajar en silencio para construir milagros como el clip”.
“Un ingeniero, artista o empresario tiene éxito solo si un buen número de personas considera atractivo su trabajo; sobrevive en su oficio solo si produce algo con valor para los demás.
“El político o activista no pasa por ese filtro. Una colectividad suficientemente vociferante, intimidatoria —o corrupta— puede imponerle a la sociedad sus propósitos sin preocuparle si genera costos impagables para otros grupos, si profundiza injusticias u obstaculiza el desarrollo. Incluso puede que a los líderes de esas colectividades no les convenga mejorar realmente las condiciones de vida de las personas que dicen representar, pues son astutos y saben que su poder deriva de que esas personas vivan siempre inconformes, para que ellos oficien permanentemente de salvadores.
“Son dos maneras distintas de hacer avanzar la sociedad: la iniciativa privada y la acción política. No critico a los marchantes, pero prefiero la primera. Y la promuevo. Y si más personas la defendieran, progresaríamos mucho más rápido”, finaliza Thierry Ways.