La falta de un plan estructurado de gobierno es la causa de que el clepto-régimen vaya de “tumbo en tumbo”, de ocurrencia en ocurrencia, de cortina de humo en cortina de humo, pero el único fin que se descubre es embolsarse dineros públicos, indistintamente de las maneras de hacerlo.
El problema grave de ir de ocurrencia en ocurrencia, actuando únicamente de cara al momento, es que muy pronto quienes así actúan comienzan a enredarse en sus propias pitas, como está sucediendo con lo del Bitcoin, el endeudamiento masivo, la baja en las calificaciones de Moody’s y similares entidades y la denuncia sobre corrupción en el Triángulo Norte centroamericano.
La credibilidad se erosiona poco a poco en un inicio, para desplomarse de un solo golpe cuando se llega al límite, que es precisamente lo que puede sobrevenir al bukelismo, como ha sucedido a otros regímenes de fuerza en el mundo y lo tipifica la leyenda del pastorcillo que pedía auxilio cuando el lobo no había asomado, pero cuando llegó nadie fue a socorrerlo.
Esto sucedió ya a la extrema izquierda pues su “programa”, caer encima de todo como los soviéticos en su momento, solo es viable con medidas de fuerza, captura de disidentes, censura...
La censura ha venido asomando la nariz desde que el cleptodesgobernante asumió en su primera alcaldía, pero cruzó una raya con la orden de un tribunal a Factum de retirar totalmente la publicación sobre la estructura de crímenes en serie desarticulada en Chalchuapa, dirigida por un expolicía, algo que todo el país conoce y que no va a cambiar porque así le da la gana al régimen. No puede nadie decir “esto no es así” cuando las cosas suceden y muchas personas se dan cuenta de ello, como cuando el jefe de policía calló al alcalde de Nejapa que pedía ayuda.
Censura no la hubo durante los gobiernos de ARENA, en tanto que gobiernos militares previos fueron muy tolerantes, al punto que les dedicaban la canción “El Planeta de los Cerdos”, funcionaban medios de oposición muy agudos en sus señalamientos, como La Crónica del Pueblo, El Independiente, Opinión Estudiantil y El Universitario y hasta chistes se hacían del gobernante castrense de turno, algo muy diferente a la chafarotidad que defiende al aspirante a dictador vitalicio. Se cayó, sin embargo, a finales de los 70 en excesos y violaciones a los derechos humanos como perseguir a disidentes y dispersar a tiros manifestaciones y protestas, con saldo de muertos y heridos.
Fueron los militares contragolpistas y la junta en 1980 quienes cerraron espacios y hasta la música de protesta mandaron a decomisar a las discotecas, alegando que tenía “mensajes subversivos en clave”. Mientras y en sus narices eran dinamitadas las plantas de la radio de San Romero, la YSAX, se incendió La Crónica, mataron a uno de sus periodistas y confiscaron El Independiente.
No desmayemos en luchar por la libertad día a día
La libertad, tanto en lo individual como en lo colectivo y citando a Goethe, se gana día a día, como fue a través de luchas, de sacrificios, de inspiración que muchos pueblos derrocaron despotismos, lo que otros no consiguieron.
Esta libertad está mortalmente amenazada en la actualidad, dándose ya el intento de un vicepresidente de derrumbar todo, de perpetuar la cleptocracia. Solo quedan el esfuerzo, las ideas, la inspiración de buenos y visionarias personas en nuestro suelo, honestas personas, para detener la locura de malos salvadoreños.