La libertad de expresión, esplendoroso legado de los filósofos griegos

Desde que Centro-América nació como un pueblo libre protege la libertad de expresión en la misma forma como emancipó a los esclavos, pues perseguir la difusión de ideas, de contenidos, es una mordaza a la gente, al que piensa y critica como al productor que busca dar a conocer a un país de lo que hace.

descripción de la imagen
Foto / Cortesía Capres

Por El Diario de Hoy

2021-05-05 10:01:36

El pasado lunes 3 de mayo se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una libertad esencial que, junto a la de Expresión, protegen el resto de las libertades y derechos del ciudadano, bastión de la democracia.
Se dijo que era preferible tener periódicos y medios de difusión libres sin gobierno, a tener gobierno sin ellos, como es la regla en todas las dictaduras.
La historia de la libertad de expresión en el mundo, los luminosos momentos en que los hombres han sido esencialmente libres para exponer, denunciar, criticar, promover causas, está ligada a la existencia de un orden social que respeta la independencia de la persona, que protege su bienestar, que cuida el interés de las minorías, del individuo, frente a las presiones y veleidades de la masa.
Poder hablar, criticar... no siempre ha sido fácil o inclusive posible. Es la condición en que se encuentra la mujer en gran parte de las sociedades islámicas, como lo demuestra el caso de la madre inglesa-iraní a quien el cerrado, casi absolutamente intolerante régimen que prevalece en su país le impone condena tras condena acusándola de espionaje, cargo no demostrado o más bien absurdo, pues no hay casi nada que una señora y madre pueda “espiar” que las agencias de inteligencia de países adversarios al enloquecido régimen de los ayatolas, fomentadores de terrorismo a nivel mundial, no averigüen sin asistencia posible de ella.
La humanidad, aun en los más tenebrosos momentos del Medioevo y de la Iglesia oscurantista de esos siglos, siempre encontró pequeños resquicios para adelantar ideas nuevas, como se demostró con la rebelión de los barones ingleses contra el rey Juan sin Tierra el 15 de junio de 1215, forzándole a decretar un orden de libertades esencialmente igual al código de Justiniano de 529 después de Cristo, lo que a su vez recogió lo esencial del Derecho Romano, una estructura de principios y criterios que al día de hoy se invocan en fallos de alta jurisprudencia.
Pero el oscurantismo total, la represión llevada a sus peores extremos, es siempre una negra sombra, como lo fue durante el estalinismo, ahora con el dictador norcoreano, la amenaza terrible que se cierne sobre nuestro El Salvador y su frágil democracia.

La libertad de expresión tutela todas las libertades del hombre

La libertad de expresión tiene muchos enemigos y adversarios, como asimismo sus defensores y promotores, desde John Milton (1608-1674), el esclarecido autor del Paraíso Perdido, a Voltaire, a los tratadistas franceses de la Ilustración, a figuras como John Stuart Mill y, en primera línea a quienes redactaron la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y la Declaración de la Independencia de Estados Unidos.
Desde que Centro-América nació como un pueblo libre protege la libertad de expresión en la misma forma como emancipó a los esclavos, pues perseguir la difusión de ideas, de contenidos, es una mordaza a la gente, al que piensa y critica como al productor que busca dar a conocer a un país de lo que hace.
Todo a su vez se remonta a los filósofos y pensadores de la Edad de Oro de Grecia, los descubridores de la razón, de la libertad, del orden infinito del cosmos, “cosmos”, de donde se deriva cosmetología, lo que acentúa la belleza...