Las guerras comerciales perjudican a todos los pueblos de la tierra

La guerra comercial está poniendo en riesgo los mercados financieros, las normales transacciones entre países y el debilitamiento de normas de convivencia internacional, convirtiendo al mundo en un campo de batalla de intereses que a nadie verdaderamente beneficia.

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El animal se encuentra siendo atendido por veterinarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería en el rastro municipal. Foto/ Cortesía

Por El Diario de Hoy

2019-09-02 6:40:34

Muchos economistas temen que la guerra comercial desatada por la actual administración de Estados Unidos, una guerra “contra el resto del mundo”, lleve a una crisis económica, como sucedió en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y que puede haber agudizado la Gran Depresión.

En ese entonces se llegó a imponer hasta un ochenta por ciento de aranceles a las importaciones, lo que provocó las lógicas represalias de los países afectados, hundiendo al mundo en un destructor mercantilismo.

De un golpe el “dejar hacer, dejar pasar” de épocas previas y lo que fue el motor del fenomenal desarrollo económico del mundo durante el siglo XIX, “la gloriosa Edad Victoriana”, llegó abruptamente a su final, provocando entre otros fenómenos las grandes inflaciones europeas de la post guerra, entre ellas la que se ha convertido en el ejemplo clásico de inflación sin límite, la alemana y austriaca.

Como dijo el de facto emperador de China Xi Jinping: “Nadie gana una guerra comercial, todos pierden”.

Pero ¡ah!, para triunfar en esa guerra sin sentido, se está presionando a la Reserva Federal de Estados Unidos, un ente independiente del Ejecutivo, a que “abarate el dólar”, el equivalente de echar más agua a la sopa monetaria.

La guerra comercial, como se deduce, está poniendo en riesgo los mercados financieros, las normales transacciones entre países y debilita normas de convivencia internacional, convirtiendo al mundo en un campo de batalla de intereses que a nadie verdaderamente beneficia.

El siguiente paso podría ser la formación de bloques comerciales al estilo de Mercosur o la Unión Europea como fortalezas inexpugnables, pero eso iría en menoscabo de la cooperación internacional en campos desde la medicina hasta el combate del terrorismo, incluyendo la lucha contra la droga.

Si la idea de poner barreras a la producción china fue la de proteger y promover la propia industria en Estados Unidos, se ha fracasado.
Y China, como imperio comunista ha soltado todas las amarras éticas, casi volviendo a las incursiones mongoles de hace mil y tantos años, de arrasar con lo que encontraban a su paso.

Se violan patentes, se roban tecnologías, se copian productos diversos pasando por encima de acuerdos comerciales previos, un retorno a la ley del más fuerte, la ley de la selva.

Los atropellos a las libertades son una amenaza para todos

En riesgo está lo que costó tantos sacrificios, guerras y pensamiento levantar, la Civilización Occidental, que es un patrimonio de todos los pueblos libres de la tierra, los que se ciñen al Orden de Derecho, la razón y además protegen las libertades esenciales de la persona.

China continental, siendo una dictadura comunista que desconoce y por lo mismo persigue la libre expresión, un derecho que tutela el resto de derechos humanos, amenaza las instituciones del mundo libre, volviendo a una forma de barbarie.

Y las primeras víctimas son los chinos, forzados, como en Cuba, a lo que sucede en su entorno, sin contar con la posibilidad de comunicarse con el resto de sus connacionales, lo que limita grandemente la evolución cultural y humana del inmenso país.

Como dijo el poeta latino Horacio (65 a.C.- 8 a.C.): “Nada de lo humano me es extraño”. Los sufrimientos, las persecuciones, la servidumbre de otros lastima las conquistas de los que tenemos el privilegio de vivir y movernos en sociedades libres.