La misión de ARENA ahora es actuar con sensatez y patriotismo

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El proyecto audiovisual comprendió dos años de trabajo y un mes y medio de rodaje. / Foto Por Cortesía Cine de Plano

Por El Diario de Hoy

2019-07-11 4:45:46

ARENA, principal partido de oposición, está en un proceso de cambios, dadas las disputas internas por el liderazgo, la necesidad de incorporar a jóvenes en la dirigencia, la confusión entre algunos areneros respecto al papel del partido en la política nacional, un desempeño que para nosotros es de gran importancia para la vida democrática del país.

Lo primero que deben hacer los areneros es actuar con sensatez y patriotismo, de acuerdo con el momento que vive la República y dejar atrás los esquemas del pasado. En los años 80, D’Aubuisson tuvo el buen impulso de formar un movimiento para ofrecer al país una opción racional al duartismo, a las fallidas y poco decentes juntas de gobierno, a la desorientación general de los salvadoreños, pero estos son otros tiempos.

La ideología esencial del partido ha recogido lo que los sectores democráticos defendemos desde hace muchos años y que constituye la base esencial de la civilización: creer en los derechos y libertades inalienables del hombre, lo que concede dignidad al ser humano, lo que está por encima de legislaturas y grupos de poder. Es lo que espiritual e intelectualmente nos defiende de las truculencias de estos tiempos, lo que además protege la libertad de expresión, la misma que tutela el resto de libertades y derechos.

La labor primordial de los dirigentes y los legítimos areneros es fortalecer la misión del partido como un movimiento anclado en la sensatez, la honestidad, el auténtico y necesario patriotismo que rescate a El Salvador de los males que sufre, superar el oprobioso lapso de quince años de burrocleptocracias.

ARENA debe ejercer el papel del contralor, del vigía, del protector de la institucionalidad, de los principios republicanos, de lo que hizo la grandeza de nuestro El Salvador antes de ser victimizado y desangrado por la guerra. Además debe contribuir con ideas y activamente a lo que vaya en beneficio de la Nación, a potenciar la seguridad, combatir la delincuencia, la corrupción, el clientelismo.

Las profundas heridas y daños causados por fanáticos e incapaces exigen el concurso de la buena gente para sacar al país del estercolero. Pero además los principios de libre mercado, libre competencia, libre comercio, sin la única forma segura de alcanzar la prosperidad, vencer el hambre y el desempleo.

La conmoción, desorden y violencia por la que pasa Honduras, convertida en campo de batalla de grupos rivales de narcos, entre los seguidores de un deshonesto expresidente y un virtual dictador, nos muestran los graves riesgos de dejar al garete la nave estatal, de bajar la guardia.

“Los trapos sucios se lavan en casa”

Es importante hacer mucho trabajo de proselitismo, fortalecer la presencia donde  tienen fuerza, luchar donde se tienen posibilidades pero no ocuparse de zonas donde no vale la pena. Especialmente hay que depurar al partido de violentos, de oportunistas, de los que no trabajan.

“Los trapos sucios se lavan en casa”; ningún servicio se hace al partido con riñas, velados insultos, acusaciones sin fundamento, chismes.

Los años de gobierno de ARENA fueron de tranquila gestión y buenas obras, como haber superado el duartismo y las realizaciones durante la presidencia de Francisco Flores, que duplicó la red de carreteras y reconstruyó los graves daños de dos terremotos.

Con frecuencia grupos y regímenes ofrecen realizar grandes obras, emprender cruzadas, llegar a la Luna. La misión de un partido opositor es la de preguntar siempre “¿cómo se pagará el almuerzo?”, bajar soñadores al terreno de la realidad.