El presidente-dictador de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido acusado por el fiscal federal Jacob Gutwillig ante la corte federal de Manhattan, en Nueva York, de propiciar el transporte de droga desde su país a los Estados Unidos, hecho que ha llevado al fiscal y a otras autoridades estadounidenses a referirse a Honduras como un “narco-estado”.
Se sabe que desde los años 30 Honduras ha servido de puente para transportar droga a Estados Unidos, actualmente tanto de la producida en Colombia bajo la protección de la narcoguerrilla de las FARC como la elaborada en laboratorios hondureños.
Tan fuertes son los vínculos presidenciales con las redes del narcotráfico que un hermano de Juan Orlando Hernández, Tony Hernández, de 42 años, está a la espera de la condena por ese delito, que puede ser cadena perpetua.
Prácticamente todos los presidentes de Honduras de la última década han sido involucrados con el narcotráfico, incluyendo al “hombre del sombrero” Manuel Zelaya, Porfirio Lobo y ahora Hernández.
Un hijo de Lobo, Fabio Lobo, está purgando una pena de 24 años de cárcel. Fue capturado en Haití, pues muchos de estos individuos andan por el mundo suponiendo que nada puede sucederles, como fue el caso de un hijastro y un sobrino de Nicolás Maduro, que llegaron a Haití con toneladas de droga donde les echaron el guante y los despacharon a Nueva York, donde fueron condenados a 18 años de cárcel.
No son lugares, las cárceles de ninguna parte del mundo, para pasar el resto de la vida...
La tentación de “hacerse con una fortuna trasegando droga” es, a las claras, el equivalente de una ruleta rusa: la mayoría de los que caen en el infernal juego terminan destrozando sus vidas.
En muchos países de Asia las personas a quienes descubren transportando droga —por lo general, mujeres sencillas que buscan salir de sus penurias— las ahorcan sin contemplaciones, sin la posibilidad, como en Nueva York, de contar con defensores, apelar, recusar jueces, objetar testigos... lo usual en naciones que se rigen por un Orden de Derecho..
La “fiesta del narcotráfico” en Honduras es a costa del sufrimiento de la gente
Al referirse al caso de Honduras, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, declaró que “cualquier líder (...) que no esté preparado para combatir la corrupción no estará en posición de tener una alianza estrecha con EE.UU... lo que ocurre en Honduras no está libre de consecuencias en EE.UU.” .
Narcoestados también se consideran Cuba, Nicaragua y la Venezuela de hoy, entre otros, lo que lleva a la gran interrogante: ¿cuál es la razón de andar por las ramas y no entrarle a la propia entraña del monstruo?
Para nadie es un misterio, pues lo denuncia el ABC de Madrid, que el segundo del régimen Maduro-chavista, Diosdado Cabello, es el capo de un “poderoso” cartel de la droga, lo que va a continuar mientras las represalias contra esos facinerosos no pasen de amenazas, de suprimirles visas, de denunciarlos Urbi et Orbi, en la ciudad (Roma) y el mundo.
En un momento quien fuera asesor del expresidente Trump, John Bolton, dijo, respecto a la narcodictadura venezolana, que “todas las opciones están sobre la mesa”, lo que implicaba la militar, pero nada sucedió...
El descaro en Honduras ha llegado al punto que un sujeto que se postula para presidente ha llegado no desde universidades, tanques de pensamiento o negocios lícitos, sino de la cárcel....
Tan impunes se sienten los politicastros en nuestro país vecino...