Argumentos torcidos y evasivas para justificar el asalto a la Asamblea

El titular de Defensa no le hace ningún honor a lo que ha sido la tradición de las Fuerzas Armadas, de los que arriesgan sus vidas, se sacrifican a sí mismos y sus familias por servir al país en terremotos, inundaciones, rescates, en la lucha contra el crimen, en misiones de paz en el exterior

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Robert Lewandowski, del Bayern Munich pelea un balón con Thilo Kehrer, del Paris Saint-Germain durante la final de la UEFA Champions League. Foto/ AFP

Por El Diario de Hoy

2020-08-23 8:01:46

¿Quién se benefició del crimen?

Esa es la primera interrogante que se hacen los detectives tanto en las novelas policiales como en la vida real.

Y en el caso del asalto de tropa del Ejército y un fuerte dispositivo policial a la Asamblea Legislativa, la pregunta de quién ordenó el operativo, quién se beneficiaba de semejante salvajada, sale sobrando, pues el único que se beneficiaba con la aprobación del préstamo de $109 millones “para seguridad nacional” era el excelentísimo señor presidente.

El Ministro de Defensa recurrió a cantinfladas, argumentos torcidos, evasivas y letanías de velorio en su intento para convencer de que la toma de la Asamblea el 9 de febrero por contingentes del Ejército y policiales provistos de armas largas, dedo en el gatillo, era “para proteger” a Bukele.

¿Quién le ordenó hacerlo? El señor Contraalmirante lo dijo en un tuit la noche anterior al 9F: estamos esperando sus órdenes, MI comandante general… De quién o de quiénes iban a “protegerlo” cae en el absurdo, pues solo en un par de casos se registra que un diputado o visitante haya pasado los controles para detectar armas, además de que nadie iba a estar listo para atentar contra nadie,  pues la irrupción fue sorpresiva, preparada con nocturnidad y alevosía y cuando nadie pensó que se llegaría tal extremo.

El operativo, además de grotesco, ilegal y bárbaro, fue un acto de bullying extremo frente a unos pocos parlamentarios allí presentes, a lo que se agrega que el “excelentísimo señor presidente” fue a sentarse en el sillón del presidente de la Legislatura, quien tan pronto pudo mandó a tirar a un basurero tal mueble.

Es evidente que haber montado un operativo de tal magnitud para que se aprobara un préstamo, lo que no ha sido necesario en ninguno de los otros préstamos avalados o por avalar, indica que la compra de un barco y un avión que se ha demostrado que no eran los adecuados, era porque de por medio había algo que le urgía y desesperaba…

El Ministro dijo que la toma fue para proteger al “presidente”. Pero cada día que pasa el presidente al que se refirió el Ministro se ha ido desligitimando por sus caprichos, su desdén por el Orden Constitucional, sus malabarismos con los dineros públicos, sus reiterados intentos por censurar, agredir, amenazar y coaccionar, lo que incluye las persecuciones fiscales y las andanadas de troles que lo endiosan por una parte y vituperan además de amenazar a quienes lo critican o por discrepar de alguna de sus ocurrencias o posturas.

A pesar de que el ministro siguió bien el guión de cerrarse a esclarecer los hechos, los diputados Parker y Cornejo lo resumieron así:

-El asalto estuvo a cargo del Batallón Presidencial, el cual se reporta al excelentísimo, aunque el ministro también “supervisó” a las tropas.

-La policía y tropas cercaron las casas de varios diputados, sembrando un ambiente de intimidación y zozobra, e incluso allanaron la del doctor Portillo Cuadra, como sucedía en los años 80. “Ahora lo hicieron con nosotros, mañana pueden ser ustedes, pueblo salvadoreño”, advirtió la diputada Cornejo.

No le hacen ningún honor a las nobles tradiciones de                                    la Fuerza Armada

El actual titular de Defensa no le hace ningún honor a lo que ha sido la tradición de las Fuerzas Armadas, de los que arriesgan sus vidas, se sacrifican a sí mismos y sus familias por servir en terremotos, inundaciones, rescates, en la lucha contra el crimen, en misiones de paz en el exterior, cumpliendo con sus deberes de soldados en el noble sentido de la expresión, no para actuar de guardaespaldas. Juran lealtad a las leyes y al Orden Constitucional, no fidelidad ciega e incondicional a un presidente…

A esos soldados, clases, oficiales, a sus ayudantes, sus apoyos, vivanderas, médicos e ingenieros militares, nuestra Patria, los salvadoreños, les debemos mucho y en primer lugar nuestras libertades.

Como concluyó con vehemencia el diputado Parker…

¡Nunca más el 9F!