Incendio tras incendio a lo que se agrega una cuestionada respuesta tardía

Estos hechos suceden en el momento de mayor rechazo contra el régimen con la multitudinaria marcha de repudio del 15 de septiembre, la inclusión de los magistrados impuestos en la lista Engel, las advertencias de la embajadora Manes, el fracaso del criptoactivo, la intervención de la CIDH, la infructuosa difamación contra un dirigente del gremio de periodistas y las presiones contra un tercio de los jueces para que renuncien.

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Durante la multitudinaria marcha del 15 de septiembre, los salvadoreños expresaron su rechazo a la Ley Bitcoin, una de las decisiones que ha tomado Bukele durante su gestión. Foto: EDH / Jonathan Funes

Por El Diario de Hoy

2021-09-24 6:00:47

"Cómo se convirtieron en tiranos”, la serie de Netflix que expone el camino que han seguido desde Stalin hasta Chávez, afirma que uno de sus pasos es provocar incendios.

Coincidentemente es lo que ocurre en esta tierra, donde desde marzo se han incendiado media docena de mercados municipales populosos, precisamente en la medida en que crece el repudio hacia el régimen.

El último siniestro fue este miércoles en el tradicional mercado de San Miguelito, en el barrio del mismo nombre en la capital, cuyas vendedoras damnificadas han denunciado la tardanza de los bomberos y una torpe respuesta de otras autoridades prevenir el siniestro y sofocar las llamas.

Para lo que no hubo tardanza fue para que el régimen movilizara a sus funcionarios (incluso mencionados en la lista Engel para un pretendido lavado de cara), drones con cámaras, órganos de propaganda, inciertas promesas, para aprovechar la oportunidad.

Estos hechos suceden en el momento de mayor rechazo contra el régimen con la multitudinaria marcha de repudio del 15 de septiembre, la inclusión de los magistrados impuestos en la lista Engel, las advertencias de la embajadora Manes, la intervención de la CIDH, el fracaso del criptoactivo, la infructuosa difamación contra un dirigente del gremio de periodistas y las presiones contra un tercio de los jueces para que renuncien.

Para muchos, los incendios son distractores, desvían la atención de lo que sucede y perjudican a todos, para hablar del siniestro, de las perdidas, de lo sucedido.

Los comerciantes del San Miguelito, en su mayoría señoras a quienes durante años y dada la cercanía con las oficinas de EL DIARIO DE HOY hemos tratado, son amigables, cuidan sus puestos, sonríen todo el tiempo, ajustan los precios a lo prevalente en el mercado.

Los funcionarios que llegaron al lugar, incluso algunos mencionados en la lista Engel de corruptos y anti democráticos, prometieron ayuda para reconstruir el centro de abastos. Pero como hemos dicho, “no se puede engañar a toda la gente todo el tiempo”, lo que con toda seguridad va a demostrarse el 5 de noviembre, la segunda fecha mas importante de la Independencia de Centro-América, la del “Primer Grito”.

En su vacío discurso del 15 de septiembre -palabras de alguien que de pronto realiza que se ha quedado solo, además de las acusaciones y veneno contra otros- Bukele dio a entender que si es necesario usará gases lacrimógenos contra los que hagan protestas públicas, gases que obviamente van a emplear gente armada del régimen, sus pretorianos, nombre este de los grupos que rodeaban a los emperadores romanos y que en más de una ocasión, como sucedió a Calígula y a Nerón, fueron los que los despacharon al otro mundo.

Violencia contra manifestantes pacíficos, como los que marcharon el 15 de septiembre, sería una gravísima torpeza, más cuando los ojos de muchos en el mundo estarán puestos en El Salvador y en especial los de personas muy influyentes en Washington y en las cancillerías europeas.

El rechazo a las políticas del régimen crece día a día, siendo el último el del Sindicato de Médicos del Seguro Social, que no solo señalan lo que se está haciendo mal como asignarles diagnosticar a pacientes con covid-19 (lo que toca a los licenciados en laboratorio clínico) sino las muchas fallas de clínicas del ISSS en el resto del país, mal equipadas además de los colocados a dedo aunque no tengan ni los conocimientos ni la capacidad para desempeñarse.

Poniendo tribunales al servicio de la dictadura y sus allegados

Un país no marcha bien, no resuelve sus problemas, cuando lo que prevalece son ocurrencias sin sentido, disposiciones tomadas sin evaluarse ni menos consultarse, por el simple “me da la gana de que esto sea así.... y punto”.

El mayor atropello ha sido la destitución de jueces mayores de 60 años o con mas de 30 años de servicio, un acto que va contra toda lógica pero, lo más grave, que deja a la población bajo la amenaza de ser juzgada por individuos que no acatan las leyes sino que obedecen las órdenes que reciben del grupo en el poder, como en Nicaragua, Venezuela y Cuba...