Al chorro de préstamos que piden se agregan los bonos: más préstamos

Los préstamos, los bonos y las letes son, para el régimen, una especie de tarjeta de crédito que usa para sus fiestas y truculencias pero que el país tiene luego que pagar

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La higiene es básica para conservar la salud de los pies. FOTO EDH/SHUTTERSTOCK

Por El Diario de Hoy

2020-07-13 10:27:42

El Ejecutivo, a través del Banco Central, hizo una emisión de bonos por mil millones de dólares, que pagan un 9.5 por ciento de interés (la tasa más alta en los últimos 20 años y que equivale al pago de 95 millones de dólares anuales por un plazo de 32 años), una suma que se agrega a la deuda externa del país y que, quiérase o no, tendremos que pagar todos los salvadoreños, un golpe que agrava aún más la situación de ese cincuenta por ciento de la población que ha caído en la pobreza, según proyecciones de FUSADES y la ESEN.
A la enormidad de las tragaderas del régimen, que ni un presupuesto de cinco mil millones de dólares por año podría saciar, se suman los préstamos previos, lo que representa una descomunal suma de dinero que puede llevarnos a un impago, con las nefarias consecuencias que tal cosa tendría sobre el país…
Lo procedente es hacer los esfuerzos necesarios para reducir el gasto, ajustarlo a lo que son los ingresos normales de la Nación.
Como repetimos con frecuencia, la política fiscal debe basarse en el consejo que las buenas mamás dan a sus hijos: no gastes más de lo que ingresas y trata de ahorrar para cubrir imprevistos y para tu futuro. Además, agregaremos nosotros, “cuídate del mal uso de las tarjetas de crédito, que es una cáscara de plátano en el suelo para que te deslices y te arruines…”. Se deben usar no para pagar más tragos, sino para una emergencia, por si el niño se enferma y se debe llevar a una clínica…
Los préstamos, los bonos y las letes son, para el régimen, una especie de tarjeta de crédito que usa para sus fiestas y truculencias pero que el país tiene luego que pagar, como solía hacer Funes —el mismo procesado por el saqueo de 351 millones de dólares de todos los salvadoreños—, al que se le señala de pagar con dinero del erario las tarjetas para gastos suntuosos al exterior.
El actual gobernante se resiste a dar cuentas a nadie del uso de los fondos cuando ya comienzan a salir los cuestionamientos sobre las compras y contrataciones a familiares y amigos del grupo en el poder. Sólo hay que ver cómo se oponen a que se rindan informes al comité contralor y urgían que persistiera el Estado de Emergencia para que las compras y contrataciones se hicieran de manera directa, sin los controles que normalmente tiene la ley LACAP.

En muchas partes se usa el petate de la pandemia para imponer nefarios esquemas dictatoriales

La pandemia, se ha lanzado la alarma al mundo, ha venido como “anillo al dedo” para que regímenes con tendencias dictatoriales, como el de Xi Jinping en China, Viktor Orbán en Hungría, de Putin en Rusia y el salvadoreño, la usen como pretexto para abusar de sus pueblos.
Descartando a la masa de votantes influenciables que en todas partes del mundo son los que sostienen a populistas, charlatanes y traficantes de ilusiones, las personas que piensan y las víctimas de torpezas deben proteger a nuestras patrias.
El más claro ejemplo de un enorme gasto sobre el cual no se da información clara es el “Hospital El Salvador”, cuya primera etapa se dice que costó 25 millones de dólares (aunque las cifras cambian de acuerdo con el humor del régimen), un sanatorio hecho sobre las instalaciones de la Feria y que se ha montado con equipos y personal del Seguro Social y los hospitales Rosales y San Rafael, a lo que se debe sumar el dinero, 25 millones de dólares, que se quitó al Seguro y que no se sabe exactamente qué destino tuvo y que no es nada en comparación con el costo de no sólo de las instalaciones, sino también en el de los multimillonarios costos de los eventos que ya no se harán en CIFCO hasta que se revierta esta aberración. Podríamos hablar de mil millones de dólares fácilmente de acuerdo con el valor colectivo de todos estos bienes.
Ningún periodista independiente ha podido acceder ni al hospital del CIFCO ni a ninguno de los que el régimen dice haber modernizado.
Todo son cuentos de camino real…