Walmart evalúa retirarse de El Salvador, Nicaragua y Honduras

La predictibilidad es el fruto de la buena ley, del orden democrático. Consiste en asegurar a la gente, usando un símil viejo como la humanidad, de que el sol saldrá mañana, de que lo inesperado no es la regla, que al sembrar buena simiente la mayor parte del tiempo obtendremos frutos

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Por El Diario de Hoy

2022-01-26 8:14:57

Walmart anunció que evalúa retirarse de El Salvador, Honduras y Nicaragua para concentrar sus inversiones y proyectos en Guatemala, Costa Rica y México.

Walmart no dice la razón específica de su anuncio, pero de retirarse definitivamente, entraría al grupo de grandes empresas que tristemente dejaron el país en los últimos años, entre ellas:

—Maseca, fabricante de harina para elaborar tortillas, harina enriquecida, se fue en 2014, dejando a 105 personas sin empleo;

— Jumex, fabricante de jugos concentrados, cerró sus puertas en 2016, perdiéndose una cantidad similar de empleos;

—Grandes almacenes como Dorian’s y Sanborns también cerraron sus puertas más recientemente.

—Varias maquilas se han retirado por falta de incentivos y acoso de funcionarios que nunca han tenido que dirigir una empresa ni han trabajado quizá alguna vez en su vida.

Como decimos, muchas empresas y personas han “votado con sus pies”, tomaron las de villadiego, según el decir español, como las decenas de miles de salvadoreños que huyen del lúgubre desparpajo en que ha caído El Salvador.
Cuando la firma mundial DelMonte quiso instalar una planta procesadora de jugos y fruta enlatada se dio cuenta de que las cooperativas dueñas de las tierras escogidas NO aseguraban la vigencia de contratos a largo plazo, literalmente yendo año con año para presionar a las empresas que allí se instalaban. Esto fue consecuencia de las atolondradas reformas que se impusieron en tiempos de Duarte, la reforma agraria y la reforma bancaria, por obvios motivos que dejamos a nuestros lectores averiguar por sí mismos.

Se dice que la mayoría de esas cooperativas están en bancarrota, pero se mantienen por mandato constitucional, pétreamente incrustadas para que la agricultura nunca prospere, aunque muchos agricultores se han sobrepuesto y logran altos rendimientos.

En nuestra edición del martes publicamos la foto de una muchedumbre en busca de empleo, incluyendo a una madre que llevaba en brazos a su bebé, dada la calamitosa situación en parte heredada de viejas torpezas, en parte resultado de la inseguridad jurídica causada por el régimen actual, que va de desvarío en desvarío sin importarle el efecto que sus lustrosas ocurrencias tienen en la economía.

En la economía y, sobre todo, la inversión, al no existir contrapesos, cuando se dan más y más persecuciones a la gente de trabajo, cuando prácticamente nos hemos convertido en una dictadura que pretende perpetuarse a base de fraudes jurídicos, no vendrá inversión, y al no venir inversión, no habrá generación de empleo, “así de simple y de cruel”.

De hecho, en el tiempo que lleva el régimen de los hermanos y como resultado de sus imposiciones, por no medir los efectos de lo que va decidiendo, por ir literalmente sin brújula, de cortina de humo en cortina de humo, de las diatribas contra quienes cuestionan valiéndose de su ejército de insultadores, la mitad de los salvadoreños ha caído en la pobreza.

Recuperar la democracia es el deber de todo salvadoreño

La predictibilidad es el fruto de la buena ley, del orden democrático. Consiste en asegurar a la gente, usando un símil viejo como la humanidad, de que el sol saldrá mañana, de que lo inesperado no es la regla, que al sembrar buena simiente la mayor parte del tiempo obtendremos frutos, lo que vale menos y menos en las circunstancias por las que pasa el país, donde mucha gente por la mañana se pregunta cuál será el desmán del día, la barrabasada que le espera como persona, como familia, como comunidad, como nación.

Debemos todos unirnos y preguntarnos cuáles son las medidas que se deben tomar para recuperar nuestra democracia y la racionalidad en la conducción de la cosa pública...