La obesidad, las grandes barrigas, un grave problema de salud pública

Los japoneses sabiamente hacen esfuerzos para combatir la obesidad, por lo que las empresas y negocios, las actividades organizadas, fijan estándares a su personal, entre ellos el tamaño de la cintura, que no debe exceder las treinta y seis o treinta y ocho pulgadas, menos de un metro de circunferencia.

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Integrantes de diferentes movimientos sociales celebran en el Senado tras la aprobación de un proyecto de ley para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Chile. AFP

Por El Diario de Hoy

2021-12-07 6:59:50

La obesidad, el sobrepeso, las grandes barrigas... es no solo un lastre personal, una amenaza al bienestar de la gente, sino un problema de salud pública, una carga sobre los presupuestos de ciudades, estados y naciones, que deben destinar recursos para atender las consecuencias de esa irresponsabilidad que pasa la factura: la hipertensión, la insuficiencia renal, el hígado graso, el páncreas afectado y tantos otros padecimientos, además de la incomodidad.

Ahora que se acercan las celebraciones y comilonas de Navidad es importante no descuidarse de la salud “echando una canita al aire”. En el pasado se tenía la obesidad como equivalente de “hermosura” en las mujeres y las madres se alegraban de sus niños “gorditos”, pero, ¡cuidado!...

Obesos los hubo desde que el homo sapiens superó la etapa de comer lo que encontraba y se formaron comunidades donde se sembraba y se recolectaban granos, lo que luego dio lugar a lavar los alimentos (lo que en estos tiempos hace una especie de monos en el Japón ) y rostizarlos, costumbre esta que perdura en las barbacoas para celebrar eventos de toda clase.

De allí a elaborar cerveza y obtener vino fue un paso, recordando cómo Lot, sobrino del gran patriarca Abraham, fue embriagado por sus hijas, que lo sedujeron pensando que era la manera de asegurar su descendencia tras la destrucción de Sodoma y Gomorra (algo así como la Bourbon Street de Nueva Orleans y el Reeperbahn de Hamburgo), que para ellos era como la misma destrucción del mundo como antes lo fue el “diluvio universal” que de universal no tuvo nada pues ningún otro pueblo, desde los chinos hasta los nativos americanos recuerdan tal catástrofe, además de que no hay evidencias arqueológicas ni geológicas de ese horror. Espantosas inundaciones se dan en toda época, como las que han azotado regiones en Estados Unidos y Europa, sobre todo en Alemania.

El libro del Génesis retrata las ideas que el pueblo de Israel tuvo en los albores del tiempo, desde un Dios idealista que al final de cada día de su labor creando el universo “se sentía muy contento” de lo realizado, un Dios que tenía celos frente a otros dioses (que más adelante se dejan de mencionar).

De esa pluralidad de deidades se pasó al monoteísmo, concepto que aparentemente surgió en Egipto con el culto al Sol, Atón, durante el periodo conocido como de Tell-el Amarna por el lugar geográfico donde se asentó el reino de Akenatón y Nefertiti (una elegante y bella mujer cuyo busto se encuentra en la Isla de los Museos de Berlín, la “Museen Insel” )... Sigmund Freud escribió un opúsculo titulado Moisés y el Monoteísmo...

Hispanoamérica y nuestro país están amenazados por el hambre

La Biblia relata cómo José, un cautivo israelita en la corte del Faraón, interpretó los sueños del rey con el símil de las “vacas gordas y las vacas flacas”, los periodos de abundancia y escasez, lo que se repite al día de hoy como consecuencia de la emisión de dinero por encima de la productividad... José tuvo que rechazar los intentos de la mujer del mayordomo del Faraón de seducirlo, un tema que se trató por pintores del barroco, entre ellos Rembrandt...

Si hubo vacas gordas en el antiguo Egipto puede deducirse, sin temor a errar, de que también la obesidad fue un azote, como lo es al día de hoy inclusive entre los obreros. Exhibir grandes barrigas aparentemente no avergüenza a quienes las sufren, pese a las graves consecuencias que acarrean con el pasar de los años...

Los japoneses sabiamente hacen esfuerzos para combatir la obesidad, por lo que las empresas y negocios, las actividades organizadas, fijan estándares a su personal, entre ellos el tamaño de la cintura, que no debe exceder las 36 ó 38 pulgadas, menos de un metro de circunferencia.

Es obvio que gordos los hay por doquier, como se puede ver en nuestra Hispanoamérica, donde a la par de la gordura hay personas que están casi en los huesos, una situación muy grave que varias organizaciones mundiales denuncian: en Hispanoamérica el hambre amenaza a millones de personas, como está sucediendo en nuestro país como consecuencia de las políticas del régimen...