Hay que concentrarse en combatir el crimen en todas sus facetas

Las fuerzas vivas de la sociedad y los partidos políticos deben revisar leyes, procedimientos y usos que facilitan la existencia del crimen organizado, para revisarlos, enmendarlos, suprimirlos, mejorar lo que haya que mejorar.

descripción de la imagen
El vicepresidente salvadoreño Félix Ulloa se reunió en Guatemala con su homólogo Guillermo Castillo. Foto: @VCpresidenciaSV

Por El Diario de Hoy

2020-01-22 7:11:35

Un juez antimafia liberó a 39 pandilleros por no encontrar pruebas de que habían cometido delitos, lo que sin duda llevará a una apelación por la Fiscalía, además de revisar el expediente de dicho juez.
Lo primero que se viene a la mente entre los salvadoreños es el temor a qué saldrán a la calle estos individuos si quedan libres, si volverán a las extorsiones y demás tropelías, o la duda de si realmente fueron injustamente acusados.
Lo cierto es que la existencia de pandillas dedicadas al crimen en todas sus variantes, desde la extorsión, el narcotráfico, los secuestros y asesinatos, no es un fenómeno aislado sino un azote social de graves proporciones. Por lo mismo las fuerzas vivas de la sociedad y los partidos políticos deben revisar leyes, procedimientos y usos que facilitan la existencia de tales grupos, para revisarlos, enmendarlos, suprimirlos, mejorar lo que haya que mejorar.
Como están las cosas, las autoridades no pueden proceder contra individuos que son criminales, que trafican en drogas, que son chulos que explotan mujeres, pero cuyos juicios puede venirse abajo con sólo que no les hayan leído sus derechos, es decir que, por subterfugios legales, jueces y captores se ven forzados a liberarlos.
El extremo garantismo, la suposición de que al aplicar la ley inocentes pueden ser injustamente condenados, no funciona mucho en este suelo como tampoco es infalible en Estados Unidos. El garantismo en exceso lleva a peores injusticias de lo que una normal aplicación de justicia justificaría. Como reza un proverbio latino, llevar a extremos principios de justicia puede generar mayores injusticias… No siempre lo legal es lo justo, ni lo justo es lo legal.
En nuestro caso, el apego ciego a procedimientos y normas ha acarreado un grave descontrol social, ya que las bandas criminales toman en sus manos las vidas y la propiedad de otros aunque con ello algunos de sus secuaces mueran o sean encarcelados, generalmente la carne de cañón recién reclutada, los asesinos incipientes que las leyes minoriles “protegen”.

“El agua de todos los océanos no lava la sangre que cubre a los asesinos”

El exceso de politiquería legislativa es una de las causas de que la sociedad como conjunto no se enfoque en remediar los males gravísimos que la aquejan, pretendiendo incluso amnistiar por decreto a grandes criminales, pese a que en ninguna parte los crímenes de sangre, los asesinatos y secuestros, prescriben, pues de ser así, más tarde pueden los pandilleros pedir que se les perdonen sus asesinatos y “desapariciones forzadas”, incluyendo la saña con que matan a jóvenes inocentes “por matarlos”.
Asesinatos abominables como el del excanciller Mauricio Borgonovo, de Mélida Amaya, el “suicidio” de Cayetano Carpio nunca prescriben. Esa sangre derramada “no la lava el agua de todos los océanos”.
La ejecución de un terrorista iraní, lo que ha causado revuelo y amenazas de represalias, fue eso: castigar a un desquiciado mental promotor de terrorismo, como igualmente son culpables de actos de terror las bandas que maneja la narcodictadura venezolana y que no solo cometen crímenes y otros abominables hechos en su país, sino que han perpetrado hechos vandálicos, asesinatos y destrucción en naciones como Ecuador y particularmente Chile.
Terrorismo de Estado y terrorismo fuera de las fronteras.
Nadie en su sano juicio aboga en favor de Bin Laden, de los culpables de asesinar a Khashoggi, como tampoco de los horrores perpetrados por talibanes o los cárteles de la droga en México.
Al sicópata ni la lobotomía lo regenera…