Médicos, enfermeras y auxiliares no tienen la protección que requieren

El doctor Lara recuerda que Bukele vetó hace más de dos meses un decreto que proveía un seguro médico y otras prestaciones para médicos, enfermeras y personal de salud. Al día de hoy ha muerto más de medio centenar de personas involucradas en el tratamiento de pacientes

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Las melenas plateadas siguen en tendencia. Foto EDH / Shutterstock

Por El Diario de Hoy

2020-06-30 8:53:47

La dolorosa muerte de  Jennifer, una abnegada enfermera que contrajo el virus y no pudo vencerlo, es relatada por el doctor Ricardo Lara, gran profesional y muy apreciado articulista de EL DIARIO DE HOY.

El doctor Lara recuerda que Bukele vetó hace más de dos meses un decreto que proveía un seguro médico y otras prestaciones para médicos, enfermeras y personal de salud, pese a que hora tras hora están expuestos a contagios y a diario se sabe del deceso de uno de ellos.

Al día de hoy más de medio centenar de personas involucradas en el tratamiento de pacientes han muerto por contagio, cada una de ellas dejando niños y familiares en el desamparo.

Y no fue hasta que la Sala de lo Constitucional le ordenó que proveyera el seguro que Bukele sale anunciándolo como si fuera algo que él propuso, pese a que hace dos meses vetó no sólo ese decreto sino también otro que dota de más prestaciones y protección al sector salud.

Médicos, enfermeras y personal hospitalario son los que nos cuidan, los soldados en las trincheras de primera línea.

Por nuestra parte, como ciudadanos, la mejor forma de agradecer lo que estos guerreros hacen por nosotros contra el invisible enemigo es cumplir con el aislamiento en lo posible, usar mascarillas, respetar los distanciamientos, lavarse las manos con jabón cuando tocamos superficies “sospechosas”, evitar aglomeraciones.

La desgracia en este cuadro, en el horror que azota el mundo, es que las estrategias para enfrentar la pandemia no han sido pensadas, analizadas, puestas en práctica y evaluadas por epidemiólogos, médicos especialistas, profesionales administrativos, contables expertos en vigilar gastos, sino por lo que se le ha venido ocurriendo a Bukele y, de seguro, a alguno de los incondicionales en su entorno.

En tales circunstancias nadie debe extrañarse de que los casos vayan en aumento, que en el Asilo Sara haya tantas víctimas, que la pandemia —y para horror de todos— esté saliéndose de control.

Según trascendió el fin de semana, la última pensada del régimen es pedir a España y a Guatemala que envíen médicos a El Salvador, pese al desdén con que ha visto a los locales, al punto de poner a un veterinario venezolano a dictar medidas y definir ciertos cursos de acción.

No se toman en consideración las recomendaciones y advertencias que hacen epidemiólogos y el Colegio Médico, pero allá va el régimen “a su aire”… A esta grave situación se suma otra…

Desde la antigüedad se dice “ex oriente lux”, del Oriente asoma la luz, el saber, el avenir. Pero en estos momentos y por culpa de la censura en China que pudo haber evitado la pandemia, “ex oriente plagas”: en China se han dado brotes de una nueva infección como la fiebre “porcina” de hace unos años, que causó estragos en muchos países.

Literalmente lloviendo sobre muy, muy mojado, más bien inundado, cuando los países están súper agotados y diezmados por los estragos del coronavirus.

Cada uno debe protegerse tanto del virus como de las malas ocurrencias

Lo del “hospital El Salvador” tomó recursos para gastarlos sin control, cuando lo urgente y necesario era ampliar y mejorar facilidades en el hospital Rosales y el Seguro Social, además de  equipar y ampliar hospitales y centros de salud regionales, incluyendo clínicas para tratar a policías y soldados, así como a reos en las cárceles.

La realidad que pinta es que cada uno de nosotros debe velar por la salud y bienestar de los suyos y de los más vulnerables, defendiéndonos tanto de la pandemia como de las inagotables ocurrencias que desde hace años agobian a El Salvador.