Embolsarse las pensiones, léase los ahorros de los trabajadores, para pagar los despilfarros en que ha caído el régimen es una grave amenaza para los empleados, ejecutivos y personas que voluntariamente se incorporaron a las AFP, un hecho que recuerda el pasaje bíblico en que el rico dueño de un rebaño roba la única oveja que tiene un pobre, la maldición que recayó sobre el Rey David por tomar a la mujer de uno de sus más valientes guerreros al que posteriormente mandó a la muerte en batalla para cubrir el adulterio.
El régimen Bukele ha recibido billones de dólares en préstamos aprobados por sucesivas legislaturas, además de las emisiones de bonos de las que no da cuenta, bonos que las calificadoras de riesgo han ubicado en el más bajo nivel imaginable, el de basura, y que siguen cayendo en picada.
Todos esos préstamos han endeudado al país llevándolo al borde del abismo y que amenaza con hacer caer a El Salvador en impago con sus acreedores internacionales.
En las próximas semanas el régimen tiene que pagar ochocientos millones de dólares, pero rehúsa devolver parte de los billones recibidos y, por lo mismo, ha puesto el ojo en los ahorros de los trabajadores y otros cotizantes de las AFP, como ya lo anunció.
La canción, que nadie en estos momentos y como se demostró en la marcha del 15 de septiembre nadie cree, es que le duele en el alma que haya personas que van a jubilarse con apenas doscientos o trescientos dólares mensuales, por lo que “es de rigor” reformar el sistema.
Después de la reforma los cotizantes pasarán de doscientos o trescientos dólares mensuales a cero dólares, a morirse de hambre después de intentar sobrevivir de la caridad pública, a lo que se agrega que a causa de las erradas medidas económicas del régimen, la mitad de la población ha caído en la pobreza.
El siguiente paso, si es que la dictadura sigue en los mismos meneos, es derramar lágrimas por el hecho de que mientras algunos depositantes en los bancos tienen decenas de miles de dólares, otros en cambio apenas disponen de doscientos o trescientos, por lo que también, seguro que lo dirá, es de urgencia reformar la banca, como lo hicieron los peronistas argentinos con un “corralito” para robar el dinero de los depósitos.
(La buena noticia última, estimados lectores, es que los peronistas fueron derrotados, el partido formado por el demagogo ladrón que hizo pasar Argentina de ser uno de los diez países más prósperos del mundo, a estar sufriendo permanentes crisis políticas aunque dada la inmensidad y riqueza de su territorio siempre cuentan con una medida de bienestar).
Una montaña de deudas que pesarán sobre el país entero
De nuevo la pregunta ¿dónde están los billones de dólares en préstamos que el régimen ha recibido?
A esto se agrega, para dar el toque al paraíso perdido del régimen, paraíso para ellos, es seguro que viene en las próximas semanas una nueva ampliación de lista Engel, para incluir a los que obviamente requete-son pero que quedaron fuera, entre ellos los pocos que aplaudieron el discurso presidencial del 15 de septiembre y que nadie acaba de entender por qué no fueron incluidos en la primera lista.
Ya que estamos en esos asuntos informamos a nuestros lectores que hay un movimiento cívico para levantar una escultura enalteciento al bitcoin, el emancipador de los cautivos mentales...