El alcalde Muyshondt anunció el inicio de la construcción del mercado Hula-Hula y presentó al público una perspectiva de cómo será el nuevo centro de abastos, que se suma a los que ya operan en el área metropolitana.
Nuestra capital necesita recuperarse de los desmanes perpetrados por los efemelenistas durante sus diez años de desgobierno, saqueo, disparates y la operación del Sitramss, cuyos confesos avaladores fueron el expresidente Sánchez y el exministro de Obras Públicas, Gerson Martínez.
El Sitramss partió en dos la capital, generó caos a diario en la Alameda Juan Pablo II y el Bulevar del Ejército, además de requerir una vigilancia que no ha pagado a la Fuerza Armada.
Sentar las bases de una recuperación de nuestra capital es muy urgente, tanto como el principal centro comercial del país, como un lugar para vivir, para pasear, para estudiar, para presentar al mundo.
Lo que preguntaremos al alcalde es si el nuevo mercado va a durar hasta el próximo terremoto, con el peligro de venirse a bajo, o si la obra será para muchos años y los terremotos que la madre naturaleza nos envíe.
Pues “nos guste o no nos guste”, como decía el ahora prófugo Funes, el acusado del saqueo de $351 millones de los salvadoreños, la cadena de fuego y movimientos telúricos está activándose, como lo han experimentado ya los pobladores de California.
La diferencia dependerá de si se construye en cemento o se edifica en acero, pues nadie puede anticipar las movidas que hacen los contratistas, desde usar varillas de calibre menor al diseño, meter más agua a la mezcla o dejar una bolsa vacía de cemento en medio de una columna, o simplemente revisar “con los propios ojos”, columnas y vigas de acero. Pues si se diseñan columnas con vigas H de tales y cuales dimensiones, hasta la secretaria del alcalde puede ir y revisarlas…
Lo que ya hemos planteado a los directivos de la Asamblea para su nueva sede, alojados en un edificio al que se deben eliminar dos pisos para que no les caiga en la cabeza y lo que ellos aceptan: construir en acero para muchos años y muchos terremotos…
No somos de los que “predican bien y hacen mal”; buena parte de nuestra casa, EL DIARIO DE HOY, está en estructuras de acero.
De hecho, casi todos los mercados están bajo grandes galeras, lo que facilita la ventilación, reduce los costos de iluminarlos, los vuelve más acogedores.
Duartistas y efemelenistas dejaron que la capital se perdiera en la anarquía
El alcalde enfrenta la gran tarea de recuperar a San Salvador de lo que duartistas y efemelenistas, tan hermanados, perpetraron, como “entregar calles y aceras al pueblo”, sus masas, generando el desorden que se sufre al día de hoy. Entregaron calles y aceras después de arruinar la agricultura, la economía, la convivencia pacífica. Sólo recordemos los efectos de los controles de precios de los duartistas que provocaron un mercado negro manejado por ellos mismos, como sucedió con el aceite comestible.
Hay muchas partes de la ciudad en abandono, como en los alrededores del Castillo de la PNC, que podrían recuperarse para viviendas. Y a eso debe agregarse potenciar el establecimiento de comercios y centros de servicios.
Fortalecer la seguridad, erradicar los bares y sitios de perdición creados por la última alcaldesa roja, la de los camioncitos chinos chatarra, mejorar las escuelas e institutos, renovar los parques… el alcalde va a encontrar buena voluntad ciudadana para tales objetivos.