¿Dónde está el dinero?
El desgobierno de los hermanos Bukele debe aclarar dónde fueron a parar los siete mil ciento once millones de dólares que a través de préstamos e ingresos fiscales ha recibido, según expone la Asamblea Legislativa en un comunicado.
A continuación detallaremos las sumas que la Asamblea Legislativa afirma que le dio en el marco de la emergencia por la pandemia:
–$3,228 millones en ingreso corriente entre enero y agosto;
–$3,238 millones en préstamos, certificados por el Banco Central de Reserva (BCR).
–$645 millones en CETES.
A lo anterior se agregan las consideraciones de Fitch, la organización evaluadora de riesgo, que en su reporte sobre la situación fiscal del país dice lo siguiente:
“…la sostenibilidad de la deuda es un tema clave en El Salvador. La perspectiva macroeconómica se ha deteriorado en los últimos dos meses, por lo que esperamos una contracción de la economía del 8% en el 2020 contra la predicción de menos 4.9 del crecimiento, producto del largo confinamiento impuesto por el gobierno, por lo que puede predecirse un déficit fiscal del 11% y una relación del Producto Nacional Bruto ( 90% contra el 85 % anterior).
“La economía está siendo afectada en los distintos sectores a causa de los largos confinamientos y la recesión mundial, lo que ha llevado a un reducción de dos dígitos en consumo, inversiones, exportaciones y remesas. Las remesas contribuían hasta en un veinte por ciento del producto bruto, lo que ha caído a un doce por ciento, lo que esperamos se revierta al aliviarse la disrupción causada por la pandemia.
“…los altos intereses de la última emisión de bonos (9.5 %) y las pocas opciones de financiamiento interno, subrayan como un crecimiento de la deuda, intereses más altos y más dificultades financieras chocan con la falta de estrategias claras para consolidar las cuentas fiscales en los años venideros…”.
En términos simples, el desgobierno ha ido de ocurrencia en ocurrencia, de desplante en desplante, viendo cómo saca dinero que casi de inmediato y en gran medida hace desaparecer, para luego volver a quejarse de que no hay dinero para pagar el FODES, los salarios de la Asamblea, servicios de salud mínimos, tareas esenciales, cancelar a proveedores.
Cada día que pasa la deuda pública en relación con el producto interno bruto crece, al extremo que ya ronda entre el 90% y el 93%.
Devuelvan el dinero, dinero que no debe convertirse en botín…
¿Dónde está el dinero? ¡Devuelvan el dinero!
Ese dinero no es del clan de los Bukele sino dineros públicos, dineros de la gente, recursos obtenidos en buena lid, con el sudor, esfuerzo, imaginación y en muchos casos fruto de lo que previas generaciones de una familia labraron gracias a su honestidad y laboriosidad.
Es válido preguntarse ¿dónde está el dinero?
Lo primordial es exigir que devuelvan el dinero, pues pasar por el poder no es para acumular un botín, sino para servir al país.
Pasar por el poder no es para desmantelar una democracia, sino para fortalecerla.
Pasar por el poder es para fomentar el entendimiento, tender puentes con todos los sectores, promover desarrollo, no destruir…