Efemelenistas se van con imagen de nueva oligarquía y corrupción

Los “oligarcas” rojos ni trabajan ni producen nada, mientras los que ellos llaman “oligarcas” se la pasan en la brega gran parte de su vida, aunque también gocen del fruto de su esfuerzo, un derecho que es motor en la economía de todos los países.

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El mediocampista belga del Chelsea, Eden Hazard, tiene el trofeo después de ganar la final de la UEFA Europa League entre el Chelsea FC y el Arsenal FC en el Estadio Olímpico de Bakú en Bakú, Azerbaiyán, el 29 de mayo de 2019. / Foto Por AFP / Ozan Kose

Por El Diario de Hoy

2019-05-29 6:35:58

Una diputada vocera de los efemelenistas se lamentó recientemente de que la gente considera su partido como una agrupación de “oligarcas”.

Pero es que se lo han ganado. El “buen vivir” sólo fue para ellos, mientras la población ha tenido que enfrentar la inseguridad con su ola de homicidios y extorsiones, una dura situación económica con 22 nuevos impuestos y la incapacidad y la corrupción en el manejo de instituciones y servicios esenciales.

Eso sí, como dijo su jefe, ellos no podían tener salarios de menos de cinco mil dólares. Sólo hay que ver que mientras ellos andan en camionetas y contratando a más de 40,000 activistas con sueldos elevados, no le pudieron dar ni cien dólares al director de la Biblioteca Nacional para comprar plásticos y proteger las colecciones, o darle mantenimiento a los hospitales para evitar que se inundaran. Esto último fue su broche de oro y la muestra más palpable de diez años de incompetente y fanatizada gestión.

“Oligarcas” es un término peyorativo que ellos con desdén aplican a los sectores de trabajo del país y que está muy alejado de lo que son, lo que hacen y mueven empresarios, comerciantes, fabricantes y profesionales independientes, sin los cuales la gente en esta tierra no tendría mayor cosa para comer, vestirse, laborar, curarse y viajar dentro y fuera de El Salvador.

Endilgar apodos, acusar sin fundamento, difamar, es una de las característica de los socialistas del Siglo XXI. Primero inventan la figura diabólica apiñando sobre tal imagen toda clase de epítetos para luego aplicarla a sus enemigos, a quienes les caen mal, a los que no se prestan para sus movidas o quienes los denuncian. Ahora se les revierte como búmeran.

Los “oligarcas” rojos ni trabajan ni producen nada, mientras los que ellos llaman “oligarcas” se la pasan en la brega gran parte de su vida, aunque también gocen del fruto de su esfuerzo, un derecho que es motor en la economía de todos los países.

No en vano decía el creador del Milagro Alemán —milagro que dichosamente se contagió luego en muchas partes del mundo— que ser indulgente consigo mismo y comprar desde cigarros-puros hasta buenos automóviles o lo que sea el antojo, es muy válido pero con dinero propio y no robado, el premio al esfuerzo.

Muy distinto es el caso cuando el dinero es botín de extorsiones, saqueos, asesinatos de rehenes que pagan, como un infame caso en este país y que se ha venido dando con las pandillas.

Herr Profesor Erhard, valga el comentario, era un gran aficionado a los cigarros-puros y además un buen conversador, muy gentil con las personas con quienes se relacionaba.

Tuvieron que pasar diez años para que mucha gente comprendiera quiénes son

Distorsionar la realidad, inventar fantasmas, montar cadenas de engaño como lo que sucede con muchas agencias de las Naciones Unidas o internacionales, tratar de justificar lo injustificable, es el “pan de cada día”, la desgracia del mundo.

La faceta reciente de los montajes de la hipocresía es lo que los sajones llaman “políticamente correcto”, o a la inversa, lo “políticamente incorrecto”.

Pero ahora los efemelenistas no pueden tapar el sol con un dedo, o hacerse los desentendidos. Lo importante no es lo que ellos piensen de sí mismos, sino lo que la población ya sabe de ellos, pero lastimosamente tuvieron que pasar diez años para que muchos comprendieran lo que estos socialistas del Siglo XXI eran en realidad.