EE.UU. amenaza deportar a miles de inmigrantes

Los inmigrantes pueden contribuir mucho a cualquier pais, pues precisamente por serlo tienen que rendir servicios y ganarse su sustento en quehaceres donde los locales o no quieren o no les es rentable laborar.

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Invitaciones a fortalecer estrategias de RSE y sostenibilidad para lograr adaptarse al cambio climático y beneficiar al medio ambiente fueron algunos de los mensajes principales de la segunda jornada de la semana.Foto EDH / archivo

Por El Diario de Hoy

2019-07-10 4:56:13

Un niño que se extravía de inmediato activa alarmas en los Estados Unidos, poniendo en acción búsquedas de los cuerpos de seguridad y las comunidades hasta que lo encuentran, pero se convierte en tragedias de toda la nación cuando el niño ha sido asesinado.

Esto sucede a menos que se trate de niños inmigrantes o de ilegales, pues en la cacería humana que da inicio en estos días, separar a los niños de sus padres, desmembrar familias, hacinarlos en sitios insalubres es el costo del esfuerzo para “recuperar la grandeza de América”.

La desconfianza y animosidad contra los hispanos han llevado a un inesperado efecto: alentar recelos entre grupos étnicos, clases, etc., pues son muchos los que buscan chivos expiatorios para sus fracasos como personas o familias.
Los que huyen de nuestros países, como sucede con los venezolanos, lo hacen de graves amenazas, economías deterioradas o casi colapsadas, de las consecuencias de haber tolerado el entronizamiento de demagogos como Chavez o de los efemelenistas.

La cacería contra los hispanos -un pogromo o éxodo forzado de cristianos que efectúa el gobierno de una nación cristiana- sería el equivalente de que en Colombia, Ecuador y Peru se realice una persecución de venezolanos para obligarlos a regresar a Venezuela, sin tomar en cuenta de que forzarlos a volver a Venezuela significaría para muchos de ellos la muerte.
Por otra parte y como ya lo hemos dicho en estas páginas, ningún pais centroamericano puede recibir a cien, doscientos o quinientos mil de sus nacionales en un corto lapso, sin que eso provoque un desquiciamiento económico, social y humano de graves proporciones.
Si las condiciones actuales, la violencia, la droga y los desgobiernos que hemos sufrido o se sufren en esta tierra y Honduras, han provocado la presión, meter más fuego a la caldera solo llevaría a una intolerable situación. Y nadie, fuera de los que no quieren ver las realidades, desea semejante embrollo.

Los inmigrantes pueden contribuir mucho a cualquier pais, pues precisamente por serlo tienen que rendir servicios y ganarse su sustento en quehaceres donde los locales o no quieren o no les es rentable laborar. Y mientras cualquiera ve a jovenes y adultos de distintas etnias hablando en esquinas, es raro que un ilegal se de tales lujos, pues “si no trabaja, no come”.

Los que trabajan en alguna forma contribuyen al bienestar general, pues la prosperidad no se labra con los que pasan en el dolce far niente, el dulce no hacer nada, como describen los italianos a los que evitan moverse, los expertos en vivir a costa del esfuerzo ajeno.

La preocupación de Occidente debe ser China
Un argumento para justificar el pogromo es que “el país está lleno”, no cabe nadie más. Decirlo desconoce dos realidades: la primera, que la principal preocupación de Occidente en términos demográficos y económicos debería ser China, que tiene una población de un billon y medio de habitantes, contra cuatrociento millones de Estados Unidos.
La segunda, que solo el Estado de Texas, que Sam Houston quitó a México para restablecer la esclavitud, tiene la capacidad de alimentar al mundo entero si se le dota de la tecnología y la fuerza laboral necesaria. Pero Texas es una región prácticamente vacía, donde caben ampliamente no el millón del pogromo, sino diez millones más.