Tanto Trump como Elon Musk tienen contactos directos con el criminal de guerra y asesino serial Vladimir Putin, lo que equivale a estrechar una mano sangrienta, no tener ninguna consideración con las víctimas de ese monstruo y tener una medida de complicidad por omisión. Por eso, Trump no duda en afirmar que puede lograr que termine la guerra en Ucrania en 24 horas, pero con enloquecidos como el dictador ruso eso es impredecible, como "dormir con serpientes".
Tratar en alguna forma a asesinos es siempre oprobioso, por lo cual es obligado recordar la sabiduría popular que enseña "dime con quién andas y te diré quién eres" para saber escoger amistades y no parecer que se están avalando las fechorías de criminales.
Un exfuncionario que se caracterizó siempre por su honestidad relataba que para no ser descortés o grosero se vio obligado a estrecharle la mano a un desconocido que lo abordó en un acto oficial. Posteriormente supo que se trataba de una figura del bajo mundo que incluso andaba mostrando la foto y diciendo que "eran amigos" hasta que fue capturado y pasó sus últimos días en prisión.
Una vez el entonces príncipe Carlos dejó con la mano en el aire a Idi Amín, seguramente por el asco de los crímenes del dictador ugandés, pero también por cuidar la imagen propia y de la Corona británica.
Para no ir muy lejos y como dijimos hace unos días, Donald Trump está nombrando a personajes con la sola garantía de que le serán leales, sin importarle sus antecedentes o pensamiento, como en el caso del antivacunas Robert F. Kennedy Jr.
Otro personaje cuestionado es el excongresista Matt Gaetz, amigo de los bukelistas en El Salvador y nominado por Trump para Fiscal General, quien debió renunciar ante la presión de las investigaciones que le siguen por presunto tráfico sexual, tráfico de drogas y otros cargos. Gaetz acababa de renunciar como congresista y ahora debe declinar la nominación precisamente un día después de reunirse con senadores y probablemente sopesar que sería descalificado al comparecer ante ellos formalmente y se conozca un revelador informe de sus señalamientos.
La renuncia se produce a tres días de que varios altos funcionarios bukelistas fueran a presentarle sus respetos a Washington, a pesar de que son harto conocidas las acusaciones.
Un mutuo perjuicio... "No me defiendas, compadre"...
Hace unos meses, este congresista estuvo en El Salvador reuniéndose con altos personeros del régimen y el bukelismo y hasta visitó la mega-cárcel, no obstante que el mismo régimen ha reconocido que ha detenido tanto a culpables como más de ocho mil inocentes.
Es mutuamente contraproducente que un futuro funcionario se vea con representantes de un régimen acusado de violar derechos humanos de la población, fomentar la corrupción y ocultar sus fechorías, así como que los más altos representantes de un gobierno sean ligados a un individuo investigado por presuntamente sostener relaciones sexuales con menores, asaltar a mujeres y pagarles por su silencio y traficar drogas.
Pero a todas luces el buen nombre y los antecedentes no importan cuando se tienen los recursos para reprimir o intimidar a la población si protesta o cuestiona. Por eso no es de extrañar que para proceder a la "mayor deportación de la historia" Trump se rodee de exfuncionarios señalados por ejecutar las más crueles e indiscriminadas expulsiones y separaciones de 5,000 familias en su primera administración. Aún rompe el corazón recordar la foto de una niña sentada con sus golosinas en el suelo y llorando porque su papá no llegó a recogerla a la escuela ya que fue capturado en la fábrica donde laboraba.
Algo está sucediendo en el mundo que a los pueblos ya no les importa la honestidad, la rectitud y la preparación de sus gobernantes, y a éstos, menos…