Está el país adquiriendo enormes deudas imposibles de pagar

El endeudamiento de El Salvador llega peligrosamente cerca del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a toda la riqueza que generan sectores, personas, exportaciones... y pagar ese enorme monto requerirá el sacrificio no solo de la presente generación de salvadoreños, sino también de nuestros descendientes.

descripción de la imagen
Foto EDH / AFP

Por El Diario de Hoy

2020-05-06 9:56:45

¿Quiénes y cómo pagarán los préstamos que irresponsablemente se han venido suscribiendo desde la llegada de los efemelenistas al poder en 2009 con Funes, el mismo acusado del saqueo de 350 millones de dólares del dinero de todos los salvadoreños?
Se ha llegado al extremo de que se presta dinero para pagar préstamos, lo que invariablemente lleva a la ruina a personas, a negocios y a países, haciéndolos caer en insolvencia como nos sucedió en los tiempos del manipulador del dinero, el que después, como premio, fue nombrado embajador de nuestro país en México, nación que no nos ha hecho nada de malo como para perpetrarles tal afrenta.
No le conviene ni a México ni a ningún país convertirse en refugio de gente reclamada por la justicia, como es hoy en día Nicaragua. Sin embargo, ha dado asilo político a Sigfrido Reyes, que andaba con vaqueros rotos y que “milagrosamente” en diez años se convirtió en multimillonario, aprovechando los repartos de canonjías de los efemelenistas a sus dirigentes, no “dándoles atole” sino “poniéndolos donde hay”.
Con los préstamos que pretende obtener Bukele y que una crecientemente domesticada legislatura ha aprobado, el endeudamiento de El Salvador llega peligrosamente cerca del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a toda la riqueza que generan sectores, personas, exportaciones… y pagar ese enorme monto requerirá el sacrificio no solo de la presente generación de salvadoreños, sino también de nuestros descendientes.
Tal situación hace muy difícil formar capital de trabajo, ahorrar, obtener préstamos, como le es muy difícil, o casi imposible, a una persona que ha “topado su crédito” lograr que se le conceda un nuevo préstamo.
Los previos préstamos que se concedieron a El Salvador en la pasada década no se emplearon para invertir en infraestructura, recomponer escuelas, mejorar el abastecimiento de agua y crear nuevas fuentes de suministro…
Muy poco de eso se hizo, no se ve por ninguna parte obra de beneficio importante aunque se sufre del continuado deterioro de lo que se había hecho de positivo en los años de ARENA.
Y así, de millón en millón, llegó el país a convertirse en un harapiento mendigo
Llegamos a este punto de nuestra historia nacional con muy deficientes servicios de agua —de agua sucia además—, sin que la Fiscalía se ocupe de averiguar quiénes se robaron las cuotas de los usuarios, tan ocupada está en armar sobre porquería una causa contra un hombre honesto. Lo medular de la basura es un pandillero “criteriado” que va a declarar lo que le ordenen, así como vídeos ininteligibles que sólo generan confusión y no constituyen prueba en estricto derecho.
El grave problema de todo ese dineral que está llevándonos a caer, como advierte FUSADES, en un punto muy cercano a no tener un centavo para nada, a un “default”, forzarnos a andar mendigando, es que la bolsa donde esos millones de millones se meten tiene muchos agujeros desde donde pueden escapar incontables monedas.
A simple vista se descubre que no hay suficientes controles sobre el gasto publico, pese al interés y los esfuerzos que hacen la presidenta y los magistrados de la Corte de Cuentas para vigilar minuciosamente las erogaciones antes de que prestidigitadores hagan de las suyas.
Lo que algunos buscan, obviamente, es que las arcas públicas no estén bien cerradas, que además puedan las chapas abrirse con ganzúas. Pues si “hasta el justo peca en arca abierta”, no cuesta imaginar lo que harán individuos a quienes les pican las manos para pecar…