Se ensañan contra los fiscales por investigar la corrupción reinante

La judicatura impuesta por el régimen ha emprendido los necesarios meneos para, en lo sucesivo, tapar todo lo relacionado con una corrupción que solo los ciegos de la cabeza no logran ver

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Carlos Dada, director de El Faro. Foto: EDH/ Archivo

Por El Diario de Hoy

2022-01-17 7:35:28

Lo que está escrito, escrito queda y ninguna fuerza del universo podrá borrarlo, dijo Omar Khayyam, poeta persa que vivió en el siglo XI y cuyos versos, los Rubaiyats, traducidos al inglés por Edward Fitzgerald, son de las lecturas más gratas e inspiradoras de la bibliografía universal.

El régimen ha montado una persecución contra los fiscales que investigaron no solo actos de corrupción propios y de sus allegados, sino también los pactos con las pandillas por los que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a altos funcionarios bukelistas.

Sólo hay que recordar los videos que circularon mostrando a los representantes del régimen que guiaban a un grupo de encapuchados en las cárceles para supuestamente cerrar los tratos, como han informado el periódico digital El Faro y otros medios.

Los fiscales, que iniciaron la investigación denominada “Catedral”, recogieron muchas evidencias, pero ese equipo fue desmontado por el régimen al ver sus avances, como lo fue la Comisión de Investigación de la Corrupción y la Impunidad (CICIES) cuando el grupo en el poder perdió control sobre la misma.

Un juez impuesto después de la barrida judicial ordenada por la Asamblea afín al régimen ordenó que les decomisaran los teléfonos y otros aparatos electrónicos a los fiscales, algunos de los cuales se autoexiliaron, por la amenaza de procesarlos por “revelar información confidencial”, pese a que el público salvadoreño tiene el derecho constitucional de conocer lo que se hace con sus impuestos y la conducta de los funcionarios nombrados en distintos organismos.

En las investigaciones de “Catedral” se reveló el manejo corrupto de paquetes de ayuda alimentaria para la población, al igual que lo relacionado a los fondos y ganancias que reciben las tiendas dentro de los penales.
Mientras tanto, el jefe de los carceleros aparece fotografiándose en un jet privado con destino a México, lo que llevó a preguntar “¿quién había pagado ese vuelo?”, pero la gente sabe la respuesta: o fueron los contribuyentes los que costearon ese vuelo, como son los contribuyentes los que aportan los recursos que los corruptos manejan a su antojo y se meten al bolsillo, o fueron manos non sanctas de aquellos lares...

La judicatura impuesta por el régimen ha emprendido los necesarios meneos para, en lo sucesivo, tapar todo lo relacionado con una corrupción que solo los ciegos de la cabeza no logran ver, gente que no quiere mirar el saqueo, no huele lo putrefacto dentro de la administración pública, es insensible ante la sucia práctica del nepotismo para asignar posiciones y contratos y se les escapa ver cómo individuos pasaron de modestas condiciones de vida a ostentar lujosos vehículos y suntuosas residencias.

Una nación para los hermanos, de los hermanos y por los hermanos

Lo de todo el tiempo en nuestro suelo es asignar contratos públicos a las parentelas y amigatelas de los enchufados, vale decir de la gente que gira alrededor del sol, el sol de la dictadura.

Pero en esta vida, “así como midas serás medido”, dice la Biblia, con el agregado de que quienes se presten o se hayan prestado para perseguir a profesionales por hacer lo propio de fiscales honestos, no conseguirán quitarse la mancha de la infamia, de actuar deshonestamente, lo que prácticamente se aplica a la mayoría de los nombrados por la Asamblea que asumió el 1 de mayo. Ciertamente, todo el mundo los recordará.

En su discurso a la nación en Gettysburg, en medio de la Guerra Civil en Estados Unidos, Lincoln ofreció luchar para preservar el espíritu de una nación fundada para el pueblo, del pueblo y por el pueblo, lo que no vale aplicar a un régimen para los hermanos, de los hermanos y por los hermanos...