El Papa Francisco, el papa peronista, pide a los hombres “abandonar el individualismo” al superarse la actual pandemia y crisis en todos los órdenes, lo que para algunos se puede interpretar como una forma de promover lo contrario, que es el colectivismo, las sociedades regimentadas, los hormigueros humanos con la espantosa secuela de sufrimiento que eso acarrea a quienes son “menos iguales” en esos oprimidos pueblos.
¿En qué consiste el individualismo y por qué todas las dictaduras pasadas y presentes lo oponen?
Podemos decir que el individualismo —no egoísmo ni mezquindad— es la capacidad del ser humano de desarrollarse por sí mismo y dar paso a su inventiva y creatividad, lo cual a la postre va en beneficio, precisamente, del bien común. Lo opuesto al individualismo es el colectivismo, las sociedades regimentadas, las dictaduras casi “a perpetuidad” como la de Putin, lo que fue el estalinismo antes de que se despanchurrara.
Las grandes realizaciones en la historia del hombre son obra de creadores en lo individual, guerreros, visionarios, santos, los que por intuición —por su “duende interno”, como lo llamaba García Lorca—, por una llamarada del espíritu, logran ver lo que hasta ese momento nadie antes había podido.
Ese personaje fue el primer cavernícola que se puso a dibujar en las paredes de la cueva o el primer celta o babilonio que inventó el jabón…
Hubo un inventor del estribo que cambió el arte de la guerra, pues hasta ese momento babilonios, egipcios, griegos y romanos montaban sus cabalgaduras con los pies sin apoyo, lo cual no fue impedimento para que Alejandro sobre su caballo Bucéfalo derrotara al imperio persa…
Las grandes realizaciones en el arte son invariablemente obra de individuos, aunque se rodeen de discípulos que en ocasiones llegan a superar a sus maestros: Leonardo se formó al lado de Verrochio, Rafael Sanzio —uno de los tres mayores genios de la pintura universal—, estuvo en el taller del Perugino en Florencia antes de marcharse a Roma…
Galileo, inventor del telescopio, fue amigo y discípulo de Giordano Bruno, una de las mentes más brillantes del Renacimiento, que fue quemado por los inquisidores que tercamente sostenían que el Sol giraba alrededor de la Tierra…
Las grandes creaciones de la humanidad son obra de pensadores, guerreros, hombres libres
Gutenberg inventó la imprenta y dio un nuevo giro a la historia humana; Loewenhoek, el microcopio; Leibitz y Newton, el cálculo infinetisimal; los holandeses, la pintura al óleo; Fulton, la aplicación de la máquina de vapor a locomotoras y navíos; los hermanos Wrigh, las máquinas voladoras; Daimler y Benz, el automóvil; Gideon Sundback, el zíper; Edison, la luz eléctrica; el italiano Meucci, el teléfono, y Marconi, las comunicaciones inalámbricas; John Bardeen, William Shockley y Walter Brattain, el transistor; Edward Jenner, las vacunas; Charles Francis Brush, el generador eléctrico.
Henry Ford inventó la línea de montaje, lo que ha revolucionado la fabricación de prácticamente todo lo que usamos, de las medicinas que curan nuestros males.
Las sociedades regimentadas son estériles, aunque son creativas para producir armamentos, como Core del Norte, el desarrollador de misiles para China. Armamentos contra sus propios pueblos.