Al régimen se le sale admitir que hizo una “nueva constitución”

Más allá de las consideraciones de si se trató de un desliz o un abierto desafío a la legalidad, lo anterior confirma lo que había venido diciendo de cara a la modificación total o parcial de más de 200 artículos a manos de un “equipo ad hoc” que más bien era una “constituyente escondida”, espuria e ilegítima, a juicio de abogados

descripción de la imagen
Foto cortesía.

Por El Diario de Hoy

2021-10-19 5:42:17

Al vicepresidente se le salió decir públicamente que el proyecto de reforma a la Constitución es realmente “una nueva constitución”, cuando la misma Carta Magna establece que solo pueden hacerse reformas a la misma y no redactar una nueva.

La admisión consta en un tuit de agradecimiento a un asesor español, al que le dice que “las futuras generaciones de El Salvador agradecerán tu participación junto al Equipo Ad Hoc, redactando la nueva Constitución”.

Más allá de las consideraciones de si se trató de un desliz o un abierto desafío a la legalidad, lo anterior confirma lo que había venido diciendo de cara a la modificación total o parcial de más de 200 artículos a manos de un “equipo ad hoc” que más bien era una “constituyente escondida” espuria e ilegítima, a juicio de reconocidos abogados constitucionalistas.

Se trata de una violación más a la Constitución considerando que el artículo 248 no permite hacer una nueva sino reformas a la misma. De allí que se dice que el texto fue entregado en Capres entre las sombras de la noche, sin público presente, y que no será extraño que lo lancen como luz de Bengala propagandística en un momento de crisis, como hacen siempre.

El proceso en que está afanado el vicepresidente riñe con la moral y lo decente, como lo han señalado los más connotados abogados constitucionalistas al igual que organizaciones internacionales que velan por los derechos humanos y la libre expresión, pero lo más grave es que es violatorio de nuestra ley fundamental, un burdo pisoteo no solo a normas racionales, a la sensatez, sino a derechos fundamentales de la persona, derechos que están por encima de legislaturas, generaciones, una de las fulgurantes conquistas de la civilización.

Para ratificar la “nueva constitución”, el espurio parto del oficialismo y siguiendo la pauta chavista y de muchos de los déspotas en los últimos dos siglos, se enarbola el referéndum o el plebiscito, una consulta a la plebe, propicia a manipulaciones y, como su nombre lo indica, con miras a impresionar a los no pensantes, a los que venden su primogenitura por un plato de lentejas, de falsos ofrecimientos, de engaño.

El marxista en la presidencia de Perú, al igual que Hugo Chávez en su momento y como Fidel Castro que se apoyó en el aplauso de incautos al usurpar el poder en La Habana, también habla de “plebiscito”, de consultar a la plebe.

El romano Poncio Pilato se apoyó en la plebe congregada para decidir la suerte del criminal Barrabás frente a Jesucristo, de hecho llevando a cabo un plebe-iscito. La plebe liberó a Barrabás y condenó a Jesucristo.

Los meneos del régimen equivalen a robar el futuro de nuestros niños y jóvenes

De nuevo, incautos pobladores de esta saqueada tierra salvadoreña: la mayor parte de los más recientes meneos van dirigidos a saquear los fondos de pensiones, vuestros ahorros, lo que por años descuentan de los salarios para asegurar una jubilación tranquila.

Manipular leyes equivale siempre a jugar con vidas, patrimonios, el destino de sociedades, comunidades, familias. Es grave y está sucediendo en esta tierra salvadoreña que la impartición de justicia, dar a cada quién lo suyo, se envilece, en la misma forma como el régimen ha tapado una serie de atropellos contra profesionales en diversas ramas y periodistas.

El desastre roba a la mayoría de niños, jóvenes y familias de lo que ellos esperan de su futuro, condenándolos a quedar sumidos en un estercolero...